: Philippe Abadie, Pierre de Martin de Viviès
: Los cuatro libros de Esdras Cuaderno Bíblico 180
: Editorial Verbo Divino
: 9788490733899
: 1
: CHF 4.80
:
: Religion/Theologie
: Spanish
: 56
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Esdras es un personaje misterioso. ¿Existió? No lo sabemos con certeza, pero el hecho es que varios libros se han ubicado bajo su autoridad. ¿Por qué es presentado, siguiendo los textos, como un sacerdote, un escriba y un profeta? Los libros se presentan bien como relatos 'históricos' (Esdras y Nehemías, por un lado, y, por otro, 3 Esd, con una preciosa leyenda sobre Zorobabel) o como relatos 'apocalípticos' (4 Esd, con sus pasajes enigmáticos y magníficos, que ha sido reelaborado y reescrito). Proporcionamos en este número una presentación de conjunto.

I – Los libros de Esdras y de Nehemías


Introducción


Sin duda, el libro de Esdras está lleno de acontecimientos, desde el regreso de la comunidad de exiliados a su tierra hasta la llegada del sacerdote-escriba Esdras con la ley del rey. Su redacción es tan diversa, ya que mezcla narración histórica con relato autobiográfico1, que da la impresión al lector de estar en contacto directo con la historia. Así sucede con la extensa descripción de los reveses de un retorno doloroso dirigido por Esdras desde la lejana Babilonia, y la tristeza que se apodera del héroe cuando constata el estado lamentable de los judeos.

La acción se acelera aún más en el libro de Nehemías que constituye su continuación: el copero del rey, convertido en gobernador sin título, emprende con entusiasmo la reconstrucción de las murallas de Jerusalén, mientras que en su entorno se traman violencias e intrigas múltiples. En medio de tanta acción, estos dos libros dosifican, sin embargo, algunas reflexiones, como la oración de Esdras ante un pueblo arrepentido (Esd 9,6-15) o la larga lamentación de los levitas que, después de la lectura solemne de la Ley por el sacerdote-escriba (Neh 8), revisitan la extensa historia de un pueblo que ha sido a menudo infiel a su Dios (Neh 9).

Aunque los relatos de lo que acontece y las oraciones llenas de emoción dan un cierto encanto a estos dos libros, hay que admitir, no obstante, que el lector se enfrenta también a la aridez de largas listas supuestamente procedentes de algunos archivos: los primeros emigrados (Esd 2, retomado en Neh 7); la caravana guiada por Esdras (Esd 8,1-14); los judeos culpables por haberse casado con mujeres extranjeras (Esd 10,18-44); los pioneros constructores, compañeros de Nehemías (Neh 3,1-22) —sin olvidar las diversas estadísticas que componen el conjunto Neh 10,1–12,26—, que llegan a cansar al lector. Todo ello da una cierta credibilidad al conjunto, hasta hacer creer que está en consonancia con lo que verdaderamente sucedió… Sin embargo, no hay libro bíblico que plantee tantas cuestiones al historiador contemporáneo, y la primera se encuentra en el primer capítulo de Esdras con el edicto real Ciro, el rey persa que pone fin al largo exilio en Babilonia.

Estructura de los lib