: Blake Pierce
: Casi Perdida (La Niñera-Libro Dos)
: Lukeman Literary Management Ltd.
: 9781094304939
: 1
: CHF 3.20
:
: Krimis, Thriller, Spionage
: Spanish
: 250
: Wasserzeichen
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
CASI PERDIDA (LA NIÑERA-LIBRO #2) es el segundo libro de la nueva serie de suspenso psicológico por el autor bestseller Blake Pierce, cuyo libro gratuito y exitoso UNA VEZ DESAPARECIDO (Libro #1) ha recibido más de 1.000 opiniones de cinco estrellas.   Cuando un hombre divorciado, de vacaciones en la campiña británica, publica un aviso solicitando una niñera, Cassandra Vale, de 23 años, en bancarrota y aún reponiéndose del fracaso de su último empleo en Francia, acepta el trabajo sin vacilar. Adinerado, guapo y generoso, con dos dulces hijos, ella cree que nada puede salir mal.   ¿O quizás sí?   Disfrutando lo mejor que Inglaterra tiene para ofrecer, y con Francia fuera de vista, Cassandra se atreve a creer que al fin puede tomarse un respiro...hasta que una revelación sorprendente la obliga a cuestionarse las certezas de su tumultuoso pasado, su jefe y su propia cordura.   Un misterio fascinante, repleto de personajes complejos, varios secretos, giros dramáticos y suspenso vibrante, CASI PERDIDA es el libro #2 de la serie de suspenso psicológico que hará que devore las páginas hasta la madrugada.   ¡El libro #3 de la serie-CASI MUERTA-ya se puede reservar!

Blake Pierce es el autor número uno en ventas de USA Today, con su serie de misterio RILEY PAGE, que incluye diecisiete libros hasta el momento. Blake Pierce es también el autor de la serie de misterio MACKENZIE WHITE, que comprende catorce libros hasta el momento; de la serie de misterio AVERY BLACK, que comprende seis libros; de la serie de misterio KERI LOCKE, compuesta por cinco libros; de la serie de misterio MAKING OF RILEY PAIGE, que consta de cinco libros hasta el momento; de la serie de misterio KATE WISE, que comprende siete libros hasta el momento; de la serie de suspense psicológico CHLOE FINE, que consta de seis libros hasta el momento; de la serie de suspense psicológico JESSIE HUNT, que consta de trece libros hasta el momento; de la serie de suspense psicológico AU PAIR, que consta de tres libros hasta el momento; de la serie de misterio ZOE PRIME, que consta de seis libros hasta el momento; de la serie de misterio ADELE SHARP, que consta de siete libros hasta el momento; y de la nueva serie de misterio ELLA DARK. Lector ávido y fanático de los géneros de misterio y suspense, a Blake le encantará saber de ti, así que no dudes en visitar www.blakepierceauthor.com para obtener más información y mantener el contacto.

CAPÍTULO TRES


 

 

El viaje a la casa de Ryan Ellis le llevó más tiempo de lo que Cassie esperaba. Parecía imposible evitar el tráfico que obstruía las carreteras hacia el sur, y había dos zonas con obras viales en las que tuvo que tomar un desvío interminable.

 Al estar más tiempo en la carretera, se estaba quedando sin combustible. Tuvo que utilizar lo último que le quedaba del dinero que Jess le había prestado para llenar el tanque. Preocupada por que Ryan pensara que había cambiado de idea, le envió un mensaje para disculparse y decirle que llegaría más tarde. Él respondió de inmediato: “No te preocupes, tómate tu tiempo, conduce con cuidado”.

Se apartó de la carretera dirigiéndose hacia el campo, y el paisaje era idílico. Estiró el cuello para observar, por encima de los arrayanes recortados, las pendientes con los mosaicos de praderas en todos los tonos desde verde profundo a castaño dorado, las granjas pintorescas y los ríos serpenteantes. El paisaje organizado le produjo una sensación de paz, aunque sabía que las nubes que se aproximaban terminarían en una tarde de lluvia, y deseó poder llegar a destino antes de que comenzara.

Después de más de seis horas de haber salido de Londres, llegó al pintoresco pueblo costero. Aún en las penumbras, el pueblo parecía encantador. El auto traqueteaba sobre las calles adoquinadas y los huecos entre las filas de casas le ofrecían vistazos del pintoresco puerto detrás. Ryan le había indicado cruzar el pueblo y conducir por la calle sobre el acantilado. La casa estaba a un par de kilómetros y tenía vista al mar.

Cassie se detuvo ante la verja abierta y observó con asombro que la casa que tenía en frente era casi demasiado perfecta para ser real. Parecía el lugar en el que siempre había soñado vivir. Una casa simple pero maravillosa, con líneas empinadas y detalles en madera que se fundían armoniosamente con el entorno, y que parecía un barco anclado en el puerto, con la diferencia de que esta construcción estaba enclavada en un acantilado y tenía una vista increíble del océano. El patio, bien cuidado, tenía un columpio y un subibaja. Ambos estaban oxidados, y Cassie supuso que eso daba una pista de la edad de los niños.

Cassie se miró en el espejo del auto y se arregló el cabello. Tenía las ondas alisadas y con brillo porque se las había arreglado esa mañana, y el labial color coral estaba impecable.

Estacionó en la entrada empedrada y se dirigió hacia la casa por un camino bordeado por lechos de flores. Incluso en esta época del año, los lechos brillaban con flores amarillas y reconoció unas madreselvas en flor a la distancia. Supuso que en el verano sería un despilfarro de color.

La puerta del frente se abrió antes de que ella llegara.

—Buenas tardes, Cassie. Un gusto conocerte. Soy Ryan.

El hombre que la saludaba le llevaba una cabeza, estaba en forma y parecía sorprendentemente joven, con el cabello alborotado de color castaño arena, y penetrantes ojos azules. Sonreía y parecía estar realmente encantado de verla. Llevaba una remera descolorida de Eminem y unos jeans gastados. También vio que tenía un paño de cocina enganchado en la pretina.

—Hola, Ryan.

Estrechó su mano extendida. El apretón fue cálido y firme.

—Llegaste justo cuando estaba limpiando la cocina y en los preparativos para tu llegada. El agua ya hirvió, ¿tomas té? Es una costumbre muy inglesa, lo sé, pero si prefieres también tengo café.

—Me encantaría un té —dijo Cassie, afianzada ante la bienvenida tan natural.

Mientras él cerraba la puerta y la guiaba hacia la cocina, ella vio que Ryan Ellis era muy diferente de lo que ella había esperado. Era más amigable de lo que se había imaginado y le encantó que estuviera preparado para limpiar la cocina.

Cassie recordó su llegada a la última asignación como niñera. Cuando entró en elchateau francés, enseguida sintió la atmósfera desagradable y cargada de conflicto. En esta casa, no captaba eso en lo más mínimo.

Mientras caminaba por los pisos de madera pulida, se sorprendió por lo ordenada que estaba la casa. Incluso había flores recién cortadas en la mesa del vestíbulo.

—Arreglamos la casa para