Fundamentos de la expresión
¿Eres expresivo? Recapitulando la pregunta introductoria, la expresividad se define por una presentación especialmente convincente. En muchos casos, esto desencadena emociones que enganchan a tu público. En resumen: utiliza las palabras adecuadas, relaciónalas lo más directamente posible y crea un vínculo con la otra persona. Sin embargo, la cuestión del"cómo" está algo oscurecida. Porque el lenguaje es complejo -¿quién no recuerda los exámenes de gramática sobre tiempos verbales, verbos irregulares y similares en las clases de alemán? Miles y miles de palabras para lo que parece cualquier situación, estructuras oracionales fijas y reglas gramaticales suelen minimizar la motivación. Sin embargo, la conciencia de tu propia expresión, la sintaxis y los sinónimos son formas sencillas de optimizar tus conocimientos lingüísticos. Simplemente necesitas practicar tus conocimientos lingüísticos. Y la mejor forma de hacerlo es mediante la práctica constante.
En primer lugar: no existe un consejo definitivo para hablar con claridad. Mejoras tus habilidades retóricas a lo largo de un periodo de tiempo en matices cada vez más pequeños. Por tanto, es un proceso.
Elementos de expresión clara y precisa
La expresividad se caracteriza principalmente por un tema coherente. Si tu tema se construye de forma lógica, ya tienes al público de tu parte. Ganarás atención si hay un hilo conductor en tus mensajes. Por tanto, también deberías empezar por la primera frase. Esto simplifica la introducción. A menudo comenzamos con pensamientos subsiguientes y declaramos el punto de partida de nuestro informe como algo natural para todos, sin el debido reconocimiento; esto ocurre más a menudo de lo que crees. Por supuesto, hay algunos elementos para que una forma de expresión tenga éxito:
Sencillez: Una buena comunicación funciona gracias a un contenido rápidamente comprensible. La comprensión de la otra persona se beneficia gracias al lenguaje sencillo. Utiliza frases principales con sentido, combinadas con pocas cláusulas subordinadas. Aunque un tema complejo no sea tan fácil de explicar, siempre puedes dividirlo en pequeñas secciones. No hace falta que produzcas oraciones solapadas o anidadas.
Lo bueno de la simplicidad es que minimiza los requisitos. Por un lado, la simplicidad hace que toda la comunicación sea más clara. Por otra parte, los discursos, las conversaciones y otras formas de diálogo son más fáciles de entender. La atención se centra automáticamente en lo esencial. Una de sus ventajas es que se reducen los obstáculos y las barricadas de competencia lingüística entre el comunicador y el receptor. La base de la comprensión es una estructura clara. Por tanto, es mejor utilizar palabras conocidas. No juzgues la comprensión de las palabras a través de tus propios ojos, sino que toma como base el nivel de conocimientos de tus oyentes. Además, las oraciones subordinadas deben colocarse al principio o al final de la frase, y también deben ser cortas. Por favor, ¡no introduzcas cláusulas subordinadas complicadas en medio de la frase principal! Puedes revelar tus conocimientos gramaticales en otra parte. La atención y, por tanto, la comprensión se resienten enormemente por ello.
Ejemplo:
"Eso me afecta periféricamente".
Mejor:
"Eso sólo me afecta marginalmente".
Claridad: Las fórmulas floridas ayudan a transmitir relatos ficticios o a implicar al destinatario como anécdota. De lo contrario, resultan confusas. Para empezar, limítate a frases cortas con un contenido fácil de asimilar: véase la sencillez. Una expresión clara siempre va unida a un pensamiento claro. Sólo los aspectos/temas meditados pueden situarse en un contexto fácilmente comprensible. No tienes que trabajar en formulaciones elaboradas si tienes corazón y pasión por un tema. Recuerda: las palabras sencillas son más convincentes. Este problema es reconocible en muchos personajes públicos. Frases, construcciones oracionales y términos técnicos se encadenan sin una visión de conjunto clara, dej