INTRODUCCIÓN
En la apertura de los VI Círculos de encuentro Marisa Moresco nos alegra, un año más, la respuesta presencial de todos los que hemos acudido a gustar de estos Círculos. Nos alegra la presencia virtual de quienes vivís en otros países y apreciáis nuestra oferta. Igualmente, las comunidades contemplativas que participáis por este medio.
El foco de reflexión en estos Círculos apunta al horizonte: construir el“nosotros”. La construcción del nosotras acompañándonos.
Repensamos el “nosotros”
Comenzamos recordando un cuento de Tony de Mello:
“Un grupo de jóvenes acuden a la fiesta de un pueblo próximo al suyo. Después de un día y parte de la noche bailando y bebiendo, comienzan el regreso a su pueblo, a pie; eran otros tiempos. Hace mucho frio y deciden refugiarse en el cobertizo de una finca, lleno de aperos de campo y cuidado de animales. El espacio es pequeño. Se amontonan como pueden, apretujándose unos con otros.
Al amanecer, semidormidos, se encuentran en una gran confusión: la resaca les impide recuperar conscientemente su esquema corporal. Llega el encargado de la finca, al verlos allí, les pregunta si necesitan algo: 'estamos mareados y no podemos reconocer siquiera nuestro propio cuerpo'. Sin vacilar el hombre encuentra solución: saca un pequeño alambre de la albarda de su burro. Se acerca al grupo, pincha un pie, alguien dice: ¡ay! El hombre pregunta: quien ha dicho ¡ay! Yo, responde uno de los chicos, pues ese pie es tuyo. Luego pincha una mano y así sigue adjudicando los miembros a cada unidad corporal”.
El “nosotros” aparece cuando alguien pincha el pie, la mano, el corazón con ideas de otros y tú dices ¡ay! Entonces se ha constituido verdaderamente el “nosotros”. Cuando el dolor o el gozo del otro, como por vasos comunicantes, llega a tu consciencia y te hace responder como si fuera tuyo propio. En ese momento se ha dado el paso “del yo al nosotros”.
Nosotros/nosotras es…
La primera persona del plural. Pertenece a la esencia de nuestra identidad, pero no se llega a ella de repente. Eso tan sencillo de decir: yo soy, tú eres, ella es, nosotros somos… supone un largo camino de maduración hasta llegar a descubrirlo y captar el alcance y connotaciones que encierra. El nosotros se construye por la alteridad. Para experimentar el sentido de pertenencia a un grupo, para decir “nosotras” hacen faltavínculos,relaciones significativas experimentadas y sentidas personalmente.
A veces, podemos recurrir al “nosotros” cuando sentimos soledad, intemperie, desamparo buscando refugio, ¡es tan legítimo!; p