: Josep Manel Marrasé
: Hacia una escuela ecohumanista Educar para un futuro con esperanza
: Narcea Ediciones
: 9788427728493
: Educación Hoy Estudios
: 1
: CHF 14.30
:
: Sonstiges
: Spanish
: 160
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
La práctica docente no es un mero y frío transmitir. Este libro quiere contribuir a impregnar nuestra enseñanza de un humanismo activo porque la educación juega algún papel decisivo en abrir paso a los sentimientos, a la creatividad, a la ética. Aprender Historia o Matemáticas puede resultar una pesada carga o un ejercicio de liberación; puede quitarnos el sueño o motivarnos, puede abrirnos perspectivas o encerrarnos en una sola. Puede, en definitiva, ejercer su papel en sumirnos en el conformismo más banal o en despertar conciencia y valor. Es ahí, en ese núcleo anímico y vital, donde la educación ofrece todo su valor añadido y su razón de ser, donde se alza a otro nivel, al nivel óptimo que todos deseamos. La adulteración de los valores democráticos básicos y de los derechos humanos y la emergencia climática son cuestiones que están condicionando nuestras vidas. La pandemia es solo una consecuencia más de nuestro divorcio con la naturaleza y de nuestra sacralización de la eficacia, el beneficio y la rapidez. Diálogos, silencios, reflexión, están mal vistos. Hay que correr. Hay que funcionar. Hay que optimizar. Por encima de todo, esta inmensa máquina devoradora de recursos que hemos creado tiene que seguir adelante sin hacerse preguntas. La enseñanza debería resistirse a entrar en este juego, porque su razón de existir, si la entendemos como una formación integral del ser humano, como una tarea de base ética, se basa en la curiosidad, en las preguntas, en el análisis crítico. En este sentido, los profesores vitales y proactivos adquieren el inmenso valor de ayudar a configurar un futuro con esperanza.

José Manuel Marrasé es Doctor en Sociología y Ciencias Políticas y licenciado en Ciencias Químicas. Con una amplia experiencia docente, compagina la actividad en el aula con responsabilidades directivas. Es autor de La alegría de educar y de La belleza de las matemáticas. En la actualidad es Director de Educación Secundaria y Bachillerato en la Hamelin-Laie International School.

Introducción

Puesto que la gente solo puede afirmarse en la vida
tratando de hacer algo bien por el simple hecho de hacerlo bien,
el triunfo de la superficialidad en el trabajo, en las escuelas y en la política
me parece frágil.
Tal vez la rebelión contra esta cultura debilitada
constituya nuestra próxima nueva página de la historia.

Richard Sennett

Un niño, un maestro, un bolígrafo y un libro
pueden cambiar el mundo.

Malala Yousafzai

Las primeras páginas de un libro sirven para dibujar lo que es, lo que modestamente se pretende con él, su mensaje. Es decir, sirven para tratar de su intención y de su sentido. Lo que verdaderamente me ha impulsado de nuevo a escribir sobre educación surge de preguntas que continúan teniendo varias y diferentes respuestas. Ante la confusión a la que asistimos, tendríamos que recuperar lo más auténtico y liberador. Sería deseable apostar por una escuela vital y profunda, donde un buen nivel de conocimientos y un optimismo razonable se encuentren; por una escuela que afronte los problemas de hoy y del futuro próximo.

En nuestro complejo y agitado mundo –reviso el texto en plena pandemia– esas preguntas, las valiosas, continúan vigentes y amplifican su central importancia.

¿Cómo debemos educar hoy? ¿Qué sentido tiene entrar en un aula? ¿Qué entendemos por un profesor competente? ¿Y por una buena escuela? ¿Puede ser la escuela ajena al mundo que la rodea?

Estas son las cuestiones que invito a debatir, los asuntos nucleares que pueden generar lapedagogía ecohumanista que necesitamos.

La escuela es una institución social vital, y el papel central corresponde a los profesores y profesoras, maestros y maestras, cuya función principal consiste en dinamizar las aulas, en facilitar que aquellos alumnos formen una entusiasta comunidad de aprendizaje. Vamos a enfrentar la escuela de hoy con su realidad.

Y ahora entramos en la apuesta del libro. La educación ya sea secundaria, infantil, primaria o superior, necesita un nuevo vigor, recuperar las esencias de lo que debería ser una educación vital confrontada al mundo en que vivimos, en diálogo con él, con la mirada puesta en dotar a nuestros alumnos y alumnas de ilusión y conocimiento, de habilidades y competencias pero, por encima de todo, de la visión ética, del nuevo enfoque ecohumanista que esta sociedad convulsa y líquida nos está demandando. Los colegios e institutos, ahogados por el mar burocrático, viven en una especie de desorientación, atrapados en un cierto desánimo. Pero tenemos que avanzar.

Estoy seguro que muchos docentes están intentando, día a día, luchar contra el conformismo y la falta de estímulos, porque saben que educar es algo más grande, más sanamente ambicioso y más amplio de lo que es en superficie; más amplio que un simple seguimiento de programas e instrucciones. Es urgente ya recuperar las raíces, configurando entre todos esta educación que se necesita, que nos puede ayudar a dotar de un nuevo sentido la tarea docente.

Nuestra sociedad, superados veinte años de nuestro siglo, ya no es la de finales del siglo anterior, y se está viendo condicionada y tensionada por conflictos globales urgentes. La adulteración de los valores democráticos básicos y de los derechos humanos, y la emergencia climática, son cuestiones que están condicionando nuestras vidas. Y la pandemia en la que estamos inmersos mientras escribo el libro es una manifestación más, una consecuencia más, de nuestro divorcio con la naturaleza y de nuestra sacralización de la eficacia, el beneficio y la rapidez.

Diálogos, silencios, reflexión, están mal vistos. Hay que correr. Hay que funcionar. Hay que optimizar. Por encima de todo, esta inmensa máquina devoradora de recursos que hemos creado tiene que seguir adelante sin hacerse preguntas.

La enseñanza debería resistirse a entrar en este juego, porque su razón de existir, si la entendemos como una formación integral del ser humano, como una tarea de base ética, se basa en la curiosidad, en las preguntas, en el análisis cr