En las sociedades modernas los sistemas educativos se han constituido en componentes esenciales de los sistemas sociales y económicos, y mantienen con estos relaciones altamente complejas, con múltiples y diversos vínculos de influencia recíproca y de interacción. Estas relaciones conciernen a ámbitos diferentes —personal, familiar, social, laboral, político y económico— y a tiempos distintos, como corresponde a las diferentes etapas educativas, a la perspectiva de la educación a lo largo de la vida (lifelong learning) (López Rupérez, 2012a) o, incluso, a una visión más dilatada que se proyecta sobre una escala histórica de los tiempos.
Por tal motivo, las finalidades de los sistemas educativos y las exigencias, de todo orden, que de ellas se derivan se ven afectadas por esa misma complejidad que alude a una realidad articulada, en el plano conceptual, en niveles, con numerosas conexiones entre ellos y en su seno (Levy-Leblond, 1991). En este sentido, las finalidades de la educación pueden alcanzar cuatro ámbitos diferenciables, aunque interdependientes: el personal, el social, el económico y el político.
En el ámbito personal, la educación ha de orientarse, necesariamente, no solo a instruir a los sujetos en formación, sino también a dotarles de un bagaje de valores y de experiencias que les permita desenvolverse con una autonomía intelectual y con una capacidad moral necesarias en contextos tan inciertos, tan ambiguos y tan volátiles —en definitiva, tan complejos— como son aquéllos a los que, con toda probabilidad, habrán de enfrentarse a lo largo de su vida. Para ello, se hace imprescindible el logro de una apropiación suficiente de la herencia cultural —en los planos intelectual y moral—, el desarrollo de amplios marcos de referencia y de respeto por los hechos, así como la adquisición de habilidades para manejar el conocimiento, para el uso del espíritu crítico y del pensamiento claro.
En el ámbito social, la importancia de las finalidades relativas a la equidad y a la cohesión social es ampliamente compartida por gobiernos y organismos multilaterales con competencias en educación, y ha sido asumida, como un patrimonio común, por grupos políticos de diferente signo. Con el fin de arrojar luz sobre el significado actua