: Marta Ponce Mas
: La mediación sistémica Una mirada al sistema, un impulso para la gestión transformativa de conflictos
: Editorial Bubok Publishing
: 9788468588537
: 1
: CHF 5.40
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: Lebenshilfe, Alltag
: Spanish
: 158
: kein Kopierschutz
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Con un estilo técnico y fácil de entender incluso para quienes no tienen experiencia en el área, La mediación sistémica se basa en la consideración de las relaciones y el contexto como elementos clave para resolver problemas tomando en cuenta la mirada sistémica, la comunicación no violenta (CNV), la gestión transformativa del conflicto, la mediación y el crecimiento personal. Mediadores profesionales y personas interesadas en la gestión de las relaciones humanas encontrarán en estas páginas: - Una manera de gestionar diferencias que promueve el entendimiento y las soluciones duraderas. - Un modo de abordar los conflictos personales y profesionales en forma constructiva. - Recursos prácticos para mediar y resolver conflictos. - Ejemplos de casos prácticos - Materiales didácticos para aplicar a la gestión del conflicto

Marta Ponce Mas (Badalona, 1967) es mediadora y consultora sistémica. Es pionera en Cataluña del nuevo paradigma de la mediación sistémica. Desde 1987 se dedica profesionalmente a la atención a las personas en un tramo de su proceso vital desde los ámbitos de la educación y la psicopedagogía, y como formadora y docente en distintos contextos. Desde 2004, acompaña procesos terapéuticos como mediadora y consultora sistémica. Ha colaborado durante años con universidades y colegios profesionales en sus másteres y posgrados en Resolución de Conflictos. Marta Ponce Mas participó en el libro colectivo Aprender a ser (Graó Educación, 2017) y ha publicado en la revista EIX del Colegio Oficial de Pedagogía de Cataluña. Es cantante, practicante zen y madre de una hija.

Aproximación a la mediación sistémica


Desde mi experiencia y desarrollo, definomediación sistémicacomo el conjunto de intervenciones orientadas a la gestión del conflicto desde la vertiente transformativa, que se inspira en los principios del marco conceptual sistémico y de la comunicación no violenta y que utiliza sus metodologías, teniendo como eje transversal de su práctica el estado de presencia del mediador.

A lo largo del libro encontraremos el relato de casos reales, con los nombres de sus protagonistas cambiados, para preservar el anonimato.

Las fuentes de este modelo son básicamente las siguientes:

el zen;

el paradigma de la Comunicación No Violenta, de Marshall Rosenberg;

las constelaciones sistémicas, y

la línea transformativa de la gestión del conflicto.

Así mismo, quiero ofrecer una pincelada de algunos aspectos transversales que son fundamentales, a mi entender, en el modelo de la mediación sistémica y que determinan su aplicación práctica, como son la mirada y el vínculo. Dado que el conflicto, por su naturaleza y su acompañamiento, conlleva una naturaleza intrínsecamente interpersonal, cómo entendemos y manejamos estos aspectos es determinante.

La mirada nunca es inocua. La mirada es un elemento constituyente para el ser humano. Nuestra especie, a diferencia de otras, es absolutamente dependiente ‒sobre todo en el primer año de vida‒, de manera que la mirada del otro se convierte en un elemento clave para la supervivencia: solo sobreviviré si me atienden y solo me atenderán si me ven, dicho de una manera muy esquemática. Eso deja una marca, con los años invisible, que hace de la mirada un elemento de suma importancia para los seres humanos. Esa ideainfantil de la dependencia de la mirada del otro solo la matizamos con la madurez y es motor de muchas de nuestras dinámicas de personalidad.

Si atendemos a lo que nos dice la Ley de Pigmalión, esta viene a señalar que solo crece aquello que se mira. Si en vez de poner el foco en algo lo ponemos en otro lugar, se experimenta un cambio. Poner etiquetas es focalizar la mirada: qué elijo mirar y cómo lo etiqueto. Para el ser humano es imposible no poner etiquetas, porque esta es una estrategia para controlar el mundo, para hacerlo más manejable en su complejidad; pero como antes decía, sí es posible elegir qué etiqueta pongo. Por ejemplo, la actitud de una persona que podría calificarse deterca o deperseverante, sería en esencia la misma, pero la repercusión de nombrarla de una u otra manera sería muy distinta.

Tradicionalmente el pensamiento más extendido ha sidopara mejorar, debo poner la atención en lo que me falta, y ya hace tiempo que nos hemos dado cuenta del error que esto supone, ya que mirando la falta es esta la que acaba creciendo. Por ejemplo, en el campo de la educación ya hace mucho tiempo que se promovió un cambio de perspectiva: pasar de mirar lo que falta, es decir, el error, a mirar la potencialidad, los aciertos, de manera que eso sea lo que crezca.

Teniendo en cuenta todo lo comentado hasta el momento, entiendo que la gestión de la mirada como profesional es un aspecto importante a tener en cuenta en el marco de la relación de ayuda o de acompañamiento.

La Real Academia de la Lengua Española (RAE) definevínculo como launión o atadura de una persona o cos