: Inger Enkvist
: La buena y la mala educación o El dominio del lenguaje
: Ediciones Encuentro
: 9788413395562
: Nuevo Ensayo
: 1
: CHF 8.70
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: Bildungswesen
: Spanish
: 286
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
En esta nueva edición de La buena y la mala educación, Inger Enkvist revisa, corrige, actualiza y aumenta su libro estrella. Sus páginas recorren los distintos sistemas educativos imperantes principalmente en Occidente (sin dejar de mirar otras latitudes), y hacen un balance tanto de los aciertos como de los desaciertos del modelo de enseñanza predominante en países como Francia, Finlandia, Estados Unidos, Japón, China, entre otros. Enkvist ha introducido un capítulo en el que hace un acercamiento a las nuevas tecnologías, la Inteligencia Artificial, la hiperactividad de los alumnos, la dislexia, el TDAH, las diferencias entre los alumnos y las alumnas, sin perder de vista el punto neurálgico de su trabajo: que la lengua y la lectura es lo central en la educación, que el esfuerzo del alumno es fundamental y que la familia tiene un papel clave en el proceso de aprendizaje de los niños y jóvenes. Dicen los lectores: «Desmonta el tinglado sectario y pseudocientífico de la neopedagogía» «Es una buena perspectiva del desastre que hemos creado» «Esta señora da en el clavo en todo. En todo»

Inger Enkvist es catedrática de español en la Universidad de Lund, Suecia. Experta en literatura hispánica, ha centrado su investigación en las obras de Mario Vargas Llosa y Juan Goytisolo. Es miembro del Consejo académico de la Cátedra Mario Vargas Llosa, en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Formó parte del Consejo sueco de educación superior y es miembro de la Academia argentina de ciencias políticas y morales. Su trabajo sobre educación aborda fundamentalmente las relaciones entre pensamiento y literatura, la enseñanza de idiomas así como el análisis de las políticas educativas y la comparación de sistemas educativos de diferentes países. En español ha publicado, entre otros libros, La educación en peligro (2000), Repensar la educación (2006) y La buena y la mala educación (2011). El último libro publicado en Ediciones Encuentro es Controversias educativas(2019) en conversación con Olga R. Sanmartín.

Introducción

El presente libro tiene el propósito de explicar en qué consiste la buena calidad educativa. Con este objetivo nos adentraremos en el estudio de sistemas escolares de muy diversa índole: tanto de aquellos que dan buenos resultados como de aquellos que los dan malos. A través de ese recorrido comparativo intentaremos mostrar cuáles son las razones por las que el modelo educativo prevaleciente en muchos países occidentales no funciona. Se trata de un itinerario de comprensión que entendemos fundamental para los diferentes agentes educativos.

A los políticos les querríamos decir que muchas veces conciben la educación como un tema exclusivamente de presupuestos, mientras que el problema no es sólo lo que se invierte en educación, sino el tipo de educación en el que se invierte. Las propuestas educativas que relativizan la presencia del educador y se sostienen exclusivamente sobre conceptos como el juego creativo y la motivación, muestran sus carencias en sus resultados, y parecen negar la importancia de la exigencia académica y de la pedagogía del esfuerzo.

A los profesores querríamos dejarles bien clara la responsabilidad que tienen ya desde el momento de su formación como profesionales, así como a la hora de preparar sus clases, de mantenerse al día e interesados en las materias que explican y de concentrarse a la hora de desempeñar su trabajo. Pero no toda la responsabilidad es suya. A la vez, se hablará la necesidad de ciertos cambios legales para modificar la situación dramática en la que muchos maestros y profesores se encuentran en las aulas: ampliamente limitados en su autoridad y en su modo de impartir la docencia por unas nuevas pedagogías que impregnan las leyes y los reglamentos educativos.

A los padres se les recordará que la educación de sus hijos no es cosa baladí, y que esta no se va a producir de un modo espontáneo. Es necesario prestarle atención al lento y esforzado proceso educativo y acompañarlo suficientemente. Por eso, se les enviará a las familias el urgente mensaje de que no deben delegar algo tan ligado al futuro de sus hijos como su formación. Es necesario organizar la vida familiar dando prioridad a la educación de los hijos. El mensaje que se le quiere enviar a los alumnos es el de que la educación de uno mismo implica esfuerzo, sin el cual los resultados no superarían la mediocridad.

Para explicar cómo se ha llegado a la crisis de la educación actual hablaremos de unas ideas pedagógicas que se han ido introduciendo poco a poco en la educación occidental durante el último medio siglo. A mediados del siglo XX, la pedagogía occidental se proponía como meta conseguir una educación democrática, pero no estaba claro el método para conseguirla. Los gobiernos se vieron abocados a elegir entre dos opciones. Por un lado, podían optar por mantener unos sistemas educativos de calidad y de alta exigencia, abriéndolos a los alumnos que hasta ese momento no tenían acceso a él. Pero también tenían la opción de unificar el sistema al máximo hasta ofrecer solo uno e igual para todos, con el necesario peaje a pagar consistente en la bajada de nivel y el aligeramiento de contenidos. La opción más generalizada en los países occidentales fue la segunda, y la consecuencia ha sido que las aulas se han ido liberando de la transmisión de contenidos, rellenándose los espacios dejados por estos con didácticas revestidas de aspectos creativos y lúdicos. Así, en lugar de adquirir contenidos en las diferentes materias, el objetivo de la educación pasó a ser el conocido «aprender a aprender» a través de un método basado en el constante «fomento de la autonomía» del alumno. La nueva pedagogía preconizaba, y lo sigue haciendo, la abolición de los exámenes y el continuo fomento de la expresión de la personalidad del alumno, en lugar de poner el acento en los contenidos correspondientes a cada una de las materias del currículum, que sólo darían acceso a conocimientos «formales» y que sólo enseñarían el pensamiento autoritario de algunos «hombres blancos muertos». Esta nueva pedagogía, como veremos en la ejemplificación de sus efectos detallados a lo largo de este libro, buscó legitimarse mediante métodos capaces de facilitar la convivencia en el aula de alumnos muy diferentes en todos los aspectos, influyendo en todo ello la naciente sociedad del bienestar, el estallido de la revolución del mayo del 68