Larsen regresa a la ciudad de Santa Mara y se emplea en el astillero de Petrus al tiempo que comienza a cortejar a la hija de ste, con el nico propsito de encontrar un sentido y atriburselo a los aos que le quedan por vivir y, por lo tanto, a toda su vida. Pronto la farsa se hace evidente, el astillero est? irremediablemente en quiebra, solo es un espacio en ruinas, corrodo por la depredacin y el deterioro, y l es solo un difunto sin sepelio jugando a la hormiguita laboriosa, a quien fuera de esa farsa que acept como trabajo no le queda m?s que el fro del invierno, la vejez, el no tener dnde ir, la posibilidad de la muerte. Pero una cosa es jugar solo su propio juego y otra es que los dem?s lo acompaen, entonces el juego es lo serio, se transforma en lo real y aceptarlo es aceptar la locura.Paradigma literario de la desolacin del hombre contempor?neo, esta obra maestra de la literatura en espaol del siglo xx condensa el mundo entero de Onetti: 'su fascinacin doble por la pureza y la corrupcin, por la dulzura de los sueos y la herrumbre siniestra del desengao y fracaso' (Antonio Muoz Molina).'Lucidez ante la inutilidad de la vida, una idea casi vertiginosa de la muerte y esa otra luminosa potica de la incertidumbre y la relatividad que apunta tan directamente al corazn cartesiano de los relatos unvocos. No hay una prxima primavera para Larsen. Su alma, mezcla de los nihilistas de Roberto Arlt y Camus, dibuja ese paisaje devastado y carente de sentido intrnseco, que hubiera dicho Kant'.J. ERNESTO AYALA-DIP |