''Debo admitir que la palabra nosotros es muy extraa. Y, aunque me cuesta mucho convencerme de que esa unidad es posible, no puedo resignarme a la idea de que no se ha intentado todo. As que debemos empezar por lo que lo impide.'Decir que el terreno est? minado es quedarse cortos: un Estado-nacin construido sobre la esclavitud y la colonizacin, organizaciones polticas fieles al pacto nacional-racial, un chovinismo de izquierdas que ha extinguido de modo progresivo el internacionalismo obrero, una sociedad civil indiferente a los estragos del imperialismo y la profunda 'asimetra de los afectos' entre los 'blanquitos' y los sujetos poscoloniales. Estas son algunas de las manifestaciones del 'Estado racial integral' diseccionadas en este libro. Es en estas brechas donde debemos 'clavar el clavo e ir en busca del inters comn', construir una poltica decolonial, inventar una dignidad blanca que compita con la de la extrema derecha, defender la autonoma indgena y aceptar ensuciarnos las manos luchando contra el consenso racista. Entonces, frente al bloque burgus occidental sacudido por las crisis que l mismo ha provocado, podr? forjarse la alianza indita de los patanes y los b?rbaros.' |