Prefacio
Hermenéutica metafísica
Al dar testimonio de la vitalidad inesperada de las investigaciones de metafísica, las lecciones de la cátedra «Étienne Gilson» se impusieron como uno de los foros filosóficos más estimulantes de nuestro tiempo. Por lo que a mí respecta, es para mí —un muy pero muy modesto alumno de alumnos a quien Étienne Gilson contribuyó a educar durante sus estadías en Canadá, donde fundó instituciones y tradiciones duraderas—1 un inmenso honor formar parte de él y agregarle mi granito de arena, o mi gotita de sirope de arce, a esta institución de entrevistas que tanto hizo para relanzar las discusiones sobre la metafísica, que me esforzaré por presentar aquí como una escucha del sentido de las cosas. Agradezco calurosamente al director de la cátedra «Étienne Gilson», Philippe Capelle-Dumont, y al decano de la Facultad de Filosofía del Instituto católico de París, Emmanuel Falque, por su invitación a este sexteto de meditaciones metafísicas, y también les doy las graciasa priori a todos los oyentes y a los lectores por su escucha y sus respuestas.
Los estudios que siguen se proponen bosquejar algunas de las ideas directrices de una hermenéutica metafísica. So pena de convertirse en un asunto escolástico o de etiquetas, la filosofía no debería cargarse demasiado con títulos ni con rúbricas. La filosofía, como amor a la sabiduría, se practica, muy simplemente, y su tarea es pensar lo que es en la perspectiva más atenta y más rigurosa posible. Las etiquetas tienen la desgracia de limitar su alcance y suscitar inútiles peleas pueblerinas (no obstante, la historia demuestra que eso es inevitable). En consecuencia, no se las utilizará sino con la más extrema circunspección, inclusosous rature.
El principio de los principios de una hermenéutica metafísica es que el hombre es un ser de comprensiones y que lo que él trata de comprender es el sentido de las cosas. Tendremos que explicar esa idea del sentido de las cosas (a partir de la Tercera lección), pero en esa noción de una metafísica hermenéutica, los términos de «metafísica» y de «hermenéutica» quieren ser entendidos como sustantivos y adjetivos: es a la vez la metafísica la que es hermenéutica y la hermenéutica la que es metafísica. Esto es cierto en el sentido más elemental de las cosas, del sentido de las cosas que una hermenéutica y una metafísica tienen por vocación llevar al concepto: así como una metafísica no puede desplegarse sin una hermenéutica, sin poner en marcha una interpretación y ser producto de un ser que no ceja en comprender el mundo, experimentando y presintiendo el sentido de las cosas, del mismo modo una hermenéutica no puede dejar de ser metafísica en el doble sentido en que lo que ella piensa es algo que es y en que lo que es entonces comprendido lo es necesariamente a la luz de su sentido, que a la vez lo envuelve y lo supera.
Al defender una hermenéutica metafísica, no sostenemos que habría que aplicar a la metafísica un bloque de doctrinas hermenéuticas, elaboradas por autores como Heidegger, Gadamer o Ricœur, aunque esa aportación no sería desdeñable. Tampoco queremos decir que la metafísica debería añadirse a o injertarse en una hermenéutica que permanecería incompleta sin ella, aun cuando sería bueno que la hermenéutica se volviera más consciente de su tenor hermenéutico.2 No se trata de poner juntos o en diálogo corpus que se habrían ignorado injustamente (aunque sea cierto decir que, la mayoría de las veces, los especialistas en metafísica no lo son de la hermenéutica,3 y viceversa), sino que se trata de pensar las cosas mismas. Según la concepción aquí defendida, es la filosofía misma la que es una hermenéutica metafísica o una metafísica hermenéutica: si la hermenéutica define su método, el de una interpretación de lo real al acecho de su sentido, la metafísica la caracteriza por lo que respecta a su objeto. La hermenéutica consiste en un esfuerzo porcomprender y la metafísica en una tentativa por comprender elser a partir de susrazones. En las dos, por lo tanto, se descubre la misma aspiración. Pero, un poco curiosamente, aquellos que se ocupan de la hermenéutica se focalizan en la comprensión (sus operacion