: Ramón Reig
: Crisis del sistema, crisis del periodismo Contexto estructural y deseos de cambio
: Gedisa Editorial
: 9788497849128
: Comunicación
: 1
: CHF 8.70
:
: Sprach- und Literaturwissenschaft
: Spanish
: 288
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
¿Crisis del periodismo? Claro. Pero no es nueva. No hay que confundirla con los efectos de la crisis económica que se inicia a partir de 2007-2008. La crisis del periodismo está ahí, casi desde siempre, desde el momento en que los periodistas tropiezan con 6 'Pes': - la P de Propiedad de los medios que proyectan la información, - la P de Publicidad, - la P de la influencia Política, - la P de Producción de la noticia sobre la base de redacciones pasivas a las que 'se les olvida' salir a la calle a buscar noticias propias y transgresoras, - la P de Públicos que van buscando aquello que desean oír y no aquello que sucede, y - la P de Periodismo en forma de periodistas más cercanos a sus empresas y a lobbies de poder que al propio Periodismo. La crisis del periodismo es un reflejo fiel de la crisis del sistema de mercado, cau-sante de una sociedad angustiada e insolidaria. Si el sistema de mercado se siente inseguro en el laberinto que él mismo ha creado, pero a la vez es dueño del periodismo 'de masas', lo más habitual es que al receptor le llegue un periodismo 'light' dominado por las pugnas políticas, el acoso y derribo al disidente, las catástrofes y sucesos, el entretenimiento (no inocente), el sensacionalismo, amarillismo el periodismo 'rosa', el deporte y la información meteorológica. El poder público sirve para centrar en él casi todas las 'bofe-tadas' porque, ¿cómo morder la mano de tu señor? Sin embargo, el poder del mundo no es exactamente público sino privado. Como el periodismo se ha alejado de los ciudadanos, los ciudadanos bus-can su información en otros lugares alternativos, así ha ido creciendo la crisis del periodismo que se ha agravado con la crisis de un sistema que busca nuevos modelos de negocio en muchas ocasiones a costa del periodismo. Menos mal que, al mismo tiempo, aparecen iniciativas, aún por consolidarse, que aportan una esperanza para el desarrollo del conocimiento.

Para empezar...


¿Crisis del periodismo? Claro. Pero no es nueva, no hay que confundirla con los efectos de la crisis que se inicia a partir de 2007-2008, crisis que tiene detrás la codicia, la avaricia, la corrupción, el desarrollo vertiginoso de la tecnología y los males ancestrales del sistema mercantil. La crisis del periodismo está ahí, casi desde siempre, desde el momento en que los periodistas tropiezan con varias «Pes»: la P de Propiedad de los medios de producción de la noticia, la P de Publicidad, la P de la influencia Política, la P de Producción de la noticia sobre la base de redacciones pasivas a las que «se les olvida» salir a la calle a buscar noticias propias y transgresoras. La P de Públicos que van buscando aquello que desean oír y no aquello que sucede. Y la misma P de Periodismo en forma de periodistas más cercanos a sus empresas y alobbies de poder que al Periodismo.

Los efectos de la crisis de 2007-2008 han supuesto medidas laborales y crisis también en los negocios mediáticos. Esto se añade a la crisis del periodismo que ya estaba ahí. Los bancos delinquen con sus operaciones de riesgos exagerados (a pesar de que casi nadie vaya a juicio ni a prisión, claro, ¿cómo van a juzgarse entre sí los miembros del segmento hegemónico? Podrían autodestruirse). Se produce el efecto dominó propio de la sociedad en red, hay que ayudar al sistema financiero, la producción se resiente, se estanca, aumenta el paro, decrece el consumo, baja la inversión publicitaria, la gente grita sálvese el que pueda y el sistema te dice: «sé emprendedor, créate tu propio puesto de trabajo». Y se olvida añadir: «porque yo no sé por dónde salir, por ahora. Alguien manda aquí y desea que las cosas sean como están siendo».

La tecnología —tan necesaria, por otra parte— sigue destruyendo puestos de trabajo, como siempre en la historia pero con el agravante de que ahora la ciencia nos permite vivir más, vivir mucho más y, sin embargo, el sistema no sabe qué hacer con nosotros; si tenemos trabajo, nos echa a la calle con 50 años de edad, nos ofrece contratos a los que llama de trabajo o no nos ofrece nada: la miseria o la marginación de siempre. El periodismo sigue sin recoger toda esta dinámica con pelos y señales, de manera insistente, a diario, en profundidad, con sus causas más hondas, porque no puede; sus dueños (Reig, 2011) se lo impiden y esto, en el fondo, no es nada nuevo. Sigue existiendo el mundo político y público para que se descarguen ahí los periodistas (¡qué gran invento!), para que desvíen su trabajo sólo o casi en exclusiva hacia ahí y los públicos se distraigan y se dispersen. Pero eso es el poder, no el Poder, porque da la casualidad de que el mundo del sigloxxi es, más que nada, un mundo de propiedades privadas y ahí están las noticias que no se pueden apenas publicar porque no se muerde la mano ¿de quién te da de comer? Es que ya escasean los buenos señores y por tanto tampoco pueden haber buenos vasallos.

Y entonces se va consolidando una Red que el propio sistema ha puesto en circulación. Es el cazador cazado, porque la gente da de lado a un periodismo por lo general dócil y ramplón y se marcha a buscarse la información y la formación por su cuenta. Y se marcha a entretenerse, a jugar con herramientas digitales, muchos como si hubieran tenido un desengaño y se dieran a la bebida, a la adicción. Esa es la decadencia y la crisis del sistema que, sin embargo, nos pretende vender el hecho como una revolución, un triunfo del progreso. Pero no hay revolución —en el sentido ético y de relaciones de producción—, no hay progreso, salvo y sobre todo, el de siempre: progreso tecnológico, no progreso como especie que camina de la mano. Y a lo peor es que la especie es sólo eso y no se le puede pedir más.

Este libro se basa en otro que, bajo el nombreLa comunicación en su contexto. Una visión crítica desde el periodismo, publiqué en España en 2002 pero se encuentra desde hace años agotado y descatalogado. Es una revisión extensa y una actualización, en realidad es otro libro, si se comparan ambos. Está pensado para todos los que se interesen por comenzar a saber qué e