: Paolo d'Iorio
: El viaje de Nietzsche a Sorrento Una travesía espiritual hacia el espíritu libre
: Gedisa Editorial
: 9788497849630
: 1
: CHF 8.70
:
: Biographien, Autobiographien
: Spanish
: 256
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Otoño de 1876: Friedrich Nietzsche viaja a Sorrento invitado por su amiga Malwida von Meysenbug. Esta travesía no es sólo el primer gran viaje de Nietzsche al extranjero, su primer gran viaje al Sur, sino el gran punto de inflexión en su vida y en su filosofía. Se produce en un momento en el que Nietzsche padece graves sufrimientos: su salud se ha debilitado e insoportables migrañas le obligan a permanecer en cama al menos una vez por semana. También es el tiempo de hacer un balance intelectual. Aunque ha cumplido 32 años, Nietzsche comienza a lamentarse de haber aceptado demasiado joven la cátedra de profesor en Basilea. Pero más grave todavía es el fervor de su compromiso de propagandista wagneriano, que cede poco a poco el lugar al desencanto. Este libro ilustra esa metamorfosis de una manera amena y acercándonos a su figura desde el ángulo más humano: las cartas de Nietzsche y de sus compañeros de viaje nos abren en primera persona el paisaje de las emociones del filósofo, sus conversaciones en aquella fructífera comunidad de amigos, sus caminatas por esos parajes mediterráneos donde la vida parece cobrar un nuevo sentido, las exploraciones con Paul Rée y el estudiante Albert Brenner, junto a quienes recobra la sociabilidad alegre que fertiliza su impulso creativo. También nos acercan al hombre asediado por la enfermedad y el sufrimiento. Todo ello en el año decisivo en el que Nietzsche viajará hasta la madurez de su filosofía.

Paolo D'Iorio se formó en la Universidad y en la Escuela Normal Superior de Pisa y trabaja en el Centre National de la Recherche Scientifique de Paris desde 1998. En la actualidad es el director del Institut des textes et manuscrits modernes (CNRS / École normale supérieure). Especialista de Nietzsche, ha estudiado particularmente la filosofía del eterno retorno y la imagen de los filósofos griegos. Es el director editorial de Nietzsche Source y participa en la edición francesa e italiana de las obras del filósofo.

Introducción

Cómo llegar a ser filósofo

El viaje a Sorrento no es el primer gran viaje de Nietzscheal extranjero, su primer gran viaje al Sur, sino la verdadera ruptura en su vida y en el desarrollo de su filosofía. Se produce en 1876, en un momento en el que Nietzschepadece graves sufrimientos morales y psíquicos. Su salud se ha debilitado, fuertes neuralgias le obligan a permanecer en el lecho al menos una vez por semana coninsoportables migrañas. También es el tiempo de hacerun balance intelectual. Aunque ha cumplido 32 años,Nietzsche comienza a lamentarse de haber aceptadomuy joven, demasiado joven, quizás, la cátedra de profesor en Basilea, que ocupa desde hace siete años y quele pesa cada día más. Pero más grave todavía es el fervor de su compromiso de propagandista wagneriano quecede poco a poco el lugar al desencanto y a la duda.

Cuatro años antes, el joven profesor de filologíaclásica de la Universidad de Basilea había escrito un libro tituladoEl nacimiento de la tragedia creado por elespíritu de la músicaen el cual, partiendo de una investigación sobre el origen de la tragedia griega, propuso una reforma de la cultura alemana fundada sobre una metafísica del arte y sobre el renacimientodelmito trágico. Según esta combinación original de sólidas hipótesis filológicas, con elementos sacados de lafilosofía de Schopenhauer y de la teoría del dramawagneriano, el mundo no puede justificarse más que comofenómeno estético. El principio metafísico que formala esencia del mundo, que Nietzsche llama «lo Uno-primordial» (Ur-Eine), está en efecto sufriendo eternamente porque está formado por una mezcla de alegríay dolor originarios. Para librarse de esta contradiccióninterna, es preciso crear bellas representacionesoníricas. El mundo es el producto de estas representaciones artísticas anestesiantes, el reflejo de una contradicción perpetua, la invención poética de un dios sufriente y torturado. Incluso los seres humanos, segúnEl nacimiento de la tragedia, son representaciones de lo Uno-primordial y cuando producen imágenes artísticas, como la tragedia griega o el drama wagneriano, siguen y amplifican a su vez el impulso oníricoy salvador de la naturaleza.1Esta función metafísica de laactividad estética explica el lugar privilegiado que se le asigna al artista en el interior de la comunidad enla medida en que él es el continuador de los fines delanaturaleza y el productor de mitos que favorecenigualmente la cohesión social: «sin el mito toda cultura pierde su fuerza natural sana y creadora: sólo un horizonte rodeado de mitos cohesiona todo un movimiento cultural y le da unidad».2Frente a la descomposición del mundo moderno, compuesto por una pluralidad de fuerzas no armonizadas, Nietzsche habíaintentado con este primer libro salvar la civilización,poniéndola bajo la campana de cristal del mito y de lametafísica, confiándola a la dirección del músico dramaturgo.3

El festival wagneriano de Bayreuth, en agosto de 1876,habría de marcar el comienzo de esta acción cultural para una renovación profunda de la cultura alemana yel nacimiento de una civilización artística. Nietzsche había puesto