: Edmund Husserl
: La idea de la fenomenología
: Herder Editorial
: 9788425430664
: 1
: CHF 9.80
:
: Philosophie: Antike bis Gegenwart
: Spanish
: 176
: kein Kopierschutz
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Se recogen en este volumen las lecciones impartidas por Edmund Husserl en 1907, que suponen la primera exposición pública del sentido y de las implicaciones del nuevo método descubierto por el autor, la conocida 'reducción fenomenológica', y permiten comprender el paso de la fenomenología descriptiva de Investigaciones lógicas (1900) a la fenomenología transcendental de Ideas I (1913). Nos hallamos ante un texto que, por su importancia en el desarrollo del pensamiento husserliano y por su inusitada claridad conceptual y expositiva, ha sido traducido y reimpreso varias veces en diferentes idiomas.

 

 

 

INTRODUCCIÓN 

 

 

HUSSERL Y LA FENOMENOLOGÍA

 

Leer a Husserl pueda resultar en ocasiones tedioso. Sus detalladas interpretaciones y refinadas distinciones conceptuales generan en el lector una primera sensación de rechazo. Sin embargo, cuando uno se libera de este prejuicio inicial y empieza a prestar atención a sus textos, encuentra a un autor que dedicó toda su vida y obra a la búsqueda infatigable de un fundamento absolutamente incuestionable del conocimiento. Múltiples cartas a amigos y colegas de profesión dan fe de un extremado rigor científico, sin duda heredado de su sólida formación matemática. En este sentido, la fenomenología huye del escepticismo, relativismo, historicismo y psicologismo en boga a finales del siglo xix. Desde su conocido artículo de 1911 «La filosofía como ciencia estricta» hasta sus últimos escritos expresan este compromiso intelectual de diferentes formas, hablando unas veces de una «filosofía primera», una «filosofía científica», una «ciencia universal» y otras veces de «una verdadera y auténtica ciencia de fundamentación última».1 La consigna de cientificidad introduce subrepticiamente la duda metodológica y pone en juego la clásica distinción entre opinión(dóxa) y conocimiento(epistéme). Pero para llegar a un fundamento último se precisa de un método que permita ir a las cosas mismas, con independencia de la historia, la persona y la sociedad. De hecho, el primer paso que debe dar el fenomenólogo para distinguir las opiniones subjetivas del conocimiento objetivo es el de cuestionar la validez de los presupuestos comúnmente aceptados en la vida diaria y volver la mirada sobre las cosas mismas en su forma de donación inmediata a la conciencia. Solo así estará la fenomenología en condiciones de ofrecer una nueva fundamentación de la filosofía capaz de resolver –como se observa precisamente enLa idea de la fenomenología– el enigma del conocimiento.2

En otras palabras, hay que poner entre paréntesis la creencia implícita en la existencia de una realidad independiente de la conciencia. Este presupuesto realista no solo es aceptado de manera acrítica por las ciencias positivas, sino que también está profundamente incrustado en la actitud natural de la vida cotidiana. Ahora bien, la fenomenología no puede aceptar sin más estos prejuicios metafísicos y