En los años cincuenta y sesenta del siglo pasado empezó a surgir con cierta fuerza la inquietud acerca de lo que luego se denominaría «crisis ecológica». La Revolución industrial —iniciada a finales del sigloXVIII, prolongada a lo largo de todo el sigloXIX, sin vuelta atrás en el sigloXX— había supuesto un desarrollo formidable de la producción económica, acompañado de un impresionante incremento de la población mundial, que conllevaba a su vez un aumento desorbitado de la contaminación, todo ello sin precedentes en la historia de la humanidad. ¿Podía el planeta soportar estos tres magnos crecimientos: el industrial, el demográfico y el relativo a la contaminación?
El Club de Roma, formado por personalidades del mundo político, intelectual, cultural, económico, todos ellos con una visible preocupación por la humanidad, encargó en la década de 1960 a un equipo de 17 investigadores delMIT (Massachusetts Institute of Technology), reputada universidad de Estados Unidos, un estudio que diera respuesta a este dramático interrogante. Lideraron la investigación Dennis L. Meadows, su esposa Donella H. Meadows, Jørgen Randers y William W. Behrens III. El resultado del estudio fue sorprendente, causó un enorme impacto mundial ehizo saltar la alarma ecológica, una alarma que, medio siglo después, sigue sonando de manera persistente. El libro resultado de aquella investigación,The Limits to Growth(Los límites del crecimiento), fue publicado en 1972 y traducido a varios idiomas.1 El equipo delMIT utilizó el programa informático denominado World3. Las conclusiones del estudio fueron claras y dramáticas: si no se corrige ya la tendencia de crecimiento industrial, demográfico, tecnológico y de consumo de recursos, en el término de cien años, a partir de 1972, el planeta podría situarse en el punto de no retorno, más allá del cual cualquier política protectora del medio ambiente llegaría demasiado tarde.
Desde entonces, década tras década, el debate ecológico ha ido en aumento. Naciones Unidas y otros organismos internacionales asumieron enseguida el reto, con lo que las conferencias internacionales sobre el tema se sucedieron con celeridad. La lista de conferencias mundiales es interminable. Recordemos aquí algunas de estas cumbres: