LA IMPORTANCIA DEL DIÁLOGO DEMOCRÁTICO PARA LA INTEGRACIÓN SOCIAL, FAMILIAR Y PERSONAL
JORGE L. TIZÓN
No hace mucho tiempo defendíamos, junto a otros autores y colectivos (1, 2), que es muy poco lo que sabemos sobre las experiencias que denominamos «psicóticas», y menos aún sobre cómo ayudar a quienes las padecen cuando esas experiencias producen demasiado sufrimiento, aislamiento social o marginación. Son experiencias que —como hemos insistido en la colección 3P— durante siglos han estado sometidas a pseudoconocimientos dominados por el estigma y el temor, por múltiples mitos y mitologías (unas religiosas, otras folclóricas, otras más bien cientificistas). Por eso resulta relevante que el movimiento social y sanitario de la inclusión de los propios pacientes o sujetos usuarios de todo tipo de servicios comunitarios haya alcanzado al ámbito de la psicopatología y la psiquiatría. También aquí la ayuda de los afectados y de sus familiares es indispensable para comprender esas experiencias humanas y avanzar hacia mejores tratamientos: los «sujetos expertos» y de las «experiencias en primera persona» han de desempeñar un papel fundamental en el futuro, hecho que en esta misma colección hemos intentado favorecer con los libros de Hardcastleet al., Morrisonet al., Williams, o con el deFamilia y psicosis(3-6).
En último término, tres son los elementos o tres grupos de datos, entre muchos otros, para que podamos utilizar decididamente en otro ámbito los avances democráticos que hoy ya podrían sobrepasar el estadio del «despotismo ilustrado» como forma de organización social. Porque, entendemos, han sido diversas formas de «despotismo ilustrado» y de negocios anticomunitarios las que en las últimas décadas han dominado la aproximación científica y técnica a las psicosis y a los trastornos mentales graves.
Y en este punto han sido países cuidadosamente más democráticos que los nuestros los que nos han mostrado un camino. Un ejemplo al respecto es el Open Dialogue(OD), un desarrollo del Need Adapted Treatment(NAT), puesto en marcha en Escandinavia por Alanen, Cullberg, Aaltonen y demás maestros nórdicos en la década de 1960. La colección3P se alegra de este reencuentro con elNAT y sus organizadores y difusores primigenios (Alanen, Cullberg, Aaltonen, entre otros), pues fueron ellos quienes, sin saberlo, proporcionaron la idea inicial de esta colección(7-9).
Para que cada avance científico, terapéutico o social no sea pronto dominado por el dogmatismo y/o el sectarismo, parece que, desde una perspectiva histórica, es necesaria una doble vinculación: por un lado, mantener un contacto con y un recordatorio de los orígenes, es decir, conservar la «memoria histórica» del avance científico terapéutico o social; por otro, proyectar hacia el futuro esa aportación en forma de nuevas investigaciones y avances. Y eso es lo que han hecho los fundadores y difusores delOD: apoyarse en elNAT y desarrollar nuevas perspectivas de colaboración interservicios e intertécnicos. Lo ha defendido recientemente en esta colección, desde otra perspectiva, Pamela Fuller(10). Empero, elOD añade alNAT una novedad destacada: la participación de las familias y de los mismos pacientes o clientes como parte indispensable de esos encuentros y diálogos inter-redes.
Quienes durante años hemos trabajado en las redes sociales con el fin de facilitar laco-laboración entre los servicios que participan en ellas, tenemos que confesar hasta qué punto nuestras propias perspectivas han estado demarcadas por ideologías y «cierres categoriales» muchas veces desapercibidos por nosotros mismos. Por ejemplo, incluso en España, un país con redes de servicios sanitarios y sociales relativamente desarrolladas hasta que cayeron sobre ellas las hambrientas fauces de los recortes-robo neoliberales, habíamos teorizado el porqué e incluso el cómo de esa «red social de servicios». Sabíamos que debía tener características concretas, que algunos hemos difundido en diversos medios y para diversos tipos de problemas, desde las psicosis hasta los duelos, pasando por la promoción de la salud (mental)(11, 12, 1, 6).
En esos traba