ÉRASE UNA VEZ EL TRAUMA
Todos nosotros hemos utilizado, con mayor o menor seriedad, la palabra «trauma», quizás únicamente con referencia a una experiencia dolorosa. Esto porque, con toda probabilidad, diciéndolo en palabras de Lucrecio: «En realidad, aquellos tormentos que se atribuyen al infierno más oscuro, están todos en esta vida». En el curso del tiempo se han dado muchas y variadas definiciones del concepto de trauma.
La palabra griega «trauma» significa «herida», y este significado se mantiene en todas las principales definiciones que pueden encontrarse en los diccionarios más conocidos. ElVocabulario della lingua italiana Zanichelli, en efecto, habla de «lesión determinada por una causa violenta, también en el campo psíquico»; para elGrande dizionario Garzanti della lingua italiana, el trauma sería una «lesión determinada por la acción violenta de agentes externos» y el trauma psíquico una «emoción que incide profundamente en la personalidad del sujeto».1
Parece, por lo tanto, que siempre se haga referencia a una laceración debida a un fuerte impacto a nivel físico o psíquico. Un impacto que da la impresión de abrir un surco profundo, una separación entre el «antes» y el «después», como si fuera imposible volver a crear uncontinuumen la propia existencia. No es casualidad, de hecho, que casi todas las víctimas de experiencias extremadamente dolorosas repitan la misma frase: «No somos ni volveremos a ser nunca los mismos».
La historia del concepto de trauma psíquico ha de considerarse tan antigua como la violencia, las guerras y el afán destructor del hombre, antigua como el dolor y el sufrimiento más atroz. El hecho de que sólo en el último siglo nos hayamos ocupado de él desde el punto de vista clínico no significa que no haya habido, también en la historia más remota, claros ejemplos de traumas con las consecuencias psicopatológicas que se derivan.
Por citar algunos ejemplos, ya en 1572 CarlosIXde Francia empezó a presentar claros signos parecidos a los de un síndrome de estrés postraumático tras la famosa matanza de San Bartolomé. El filósofo francés Blaise Pascal, después de un incidente ocurrido en el Sena durante el cual estuvo a punto de precipitarse en el río junto con sus caballos, presentó en los años siguientes una clara forma de este trastorno con pesadillas continuas, insomnio yflashbacksen relación con el vacío que se había impreso en su mente. Parece, incluso, que uno de sus aforismos más famosos, «La naturaleza tiene miedo del vacío», es consecuencia de esta experiencia traumática.
A partir del 1500 se asistió a un notable incremento de patologías psiquiátricas entre los soldados, que se definían como «afectados por el síndrome del país lejano». Ya en esta definición encontramos la confirmación de que cada época histórica interpreta un cuadro sintomatológico en función de su propia cultura y mentalidad: en aquel tiempo la bellaquería y la escasa virilidad aparecían como las causas que desencadenaban este tipo de tra