El concepto de lo político en la sociedad global
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Antonio Campillo
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El concepto de lo político en la sociedad global
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Herder Editorial
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9788425427121
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Pensamiento Herder
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1
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CHF 9.60
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Philosophie
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Spanish
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288
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kein Kopierschutz
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PC/MAC/eReader/Tablet
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ePUB
La tradición occidental nos ha legado una serie de categorías filosóficas, históricas y políticas que no nos permiten comprender los dos grandes fenómenos de nuestro tiempo: el totalitarismo y la globalización. Por eso, hemos de repensar todas esas categorías a la luz de los cambios que han dado origen a la sociedad global. Antonio Campillo comienza reformulando la distinción ontológica entre física y política, que está en la base de todo el pensamiento occidental. A continuación, problematiza la concepción evolutiva y eurocéntrica de la historia universal, elaborada por las diversas teorías de la modernización y las grandes ideologías políticas modernas, y en su lugar propone una nueva ontología histórico-política. De ella se sirve para analizar los principales retos de nuestro tiempo: la tensión entre ciudadanía y extranjería tras las nuevas migraciones internacionales, el vínculo entre la violencia y la ley tras el fracaso de las promesas civilizatorias de la modernidad, y los límites del Estado-nación soberano ante el desafío de los nuevos riesgos globales. El libro concluye con una novedosa propuesta para repensar la política más allá del Estado soberano, el mercado capitalista, la familia patriarcal y la tecnociencia baconiana, a fin de hacer frente a los grandes cambios históricos del siglo XXI.
Prólogo
Los siete ensayos aquí reunidos han sido escritos de forma independiente, entre los años 2000 y 2007.
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Una doble razón me ha llevado a reunirlos en un solo libro. En primer lugar, porque de este modo pueden ser de más fácil acceso para los lectores no especializados. En segundo lugar, porque hay un hilo común que los engarza entre sí, hasta el punto de que pueden ser considerados como siete variaciones de un mismo tema: la necesidad de repensar las categorías políticas, históricas y filosóficas del pensamiento occidental, a la luz de los profundos y acelerados cambios que han dado origen a la sociedad global.
La tradición filosófica, histórica y política de Occidente se ha basado en unos cuantos supuestos que es preciso poner en cuestión, dado que no nos permiten dar cuenta del mundo tal y como lo conocemos hoy, a comienzos del siglo XXI. Comencemos por la distinción ontológica entre
fysis
y
polis
, que está en la base de todo el pensamiento occidental. No podemos seguir aceptando la vieja disyuntiva que enfrentó ya a los primeros filósofos griegos, entre quienes defendían la estricta continuidad o correspondencia entre el orden físico y el político –y, más concretamente, entre las jerarquías naturales y las sociales–, y quienes postulaban la radical discontinuidad o contraposición entre las leyes de la
fysis
–supuestamente eternas, necesarias y universales– y las leyes de la
polis
–inevitablemente cambiantes, convencionales y plurales. En el primero de los ensayos,
Física y política
, trato de mostrar que entre ambos órdenes se da una relación paradójica, que es a un tiempo de continuidad y de discontinuidad. Las comunidades políticas son un cierto tipo de agrupaciones físicas –o de
foedera naturae
, como diría Lucrecio–, pues comparten con todas las demás la doble condición
objetiva
de la pluralidad y la aleatoriedad, sin la cual no podrían darse nuevas conjunciones de seres y nuevas secuencias de sucesos. Pero, al mismo tiempo, se distinguen de cualquier otra agrupación física porque sólo pueden surgir mediante la autoafirmación
subjetiva
(o, más bien,
intersubjetiva
) de un «nosotros» que reclama para sí el estatuto
político
(y no meramente biológico) de la
humanidad
, y que por ello mismo se contrapone al «mundo» no humano e incluso a los «otros» grupos humanos. Esta institución política de la diferencia ontológica entre el «nosotros»
subjetivo
y