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Según los criterios tradicionales, la civilización china data de unos cinco mil años, si bien en China y en las comunidades chinas de ultramar, cualquier tradición, tanto la macro tradición escrita, sostenida por la élite social, como la micro tradición, representada por la vida de los ciudadanos comunes y los campesinos o, en resumidas palabras, la idiosincrasia china, manifestada en cualquier acto y comportamiento de cualquier chino, no deja de tener su origen en una obra clásica: LasAnalectas de Confucio, escritas en aquel Período-Eje de hace 2.400 años.
El concepto de Período-Eje fue planteado por el filósofo alemán Karl Jaspers, quien señaló que tras la prehistoria y la civilización de la remota Antigüedad, hacia el año 500 a.C., surgieron a nivel mundial algunos hechos transcendentales:
En China, Confucio y Lao-Tse eran muy activos y aparecieron todas las corrientes filosóficas incluyendo las de Mozi, Zhuangzi, Liezi y otras escuelas. Al igual que China, en India también aparecieron Upanishad y Buda, que indagaron las posibilidades filosóficas desde el escepticismo, materialismo, sofismo y hasta nihilismo. En Irán, Zarathustra enseñó un punto de vista desafiante al considerar que la vida humana es una lucha entre el bien y el mal. En Palestina, desde Elías, vía Isaías y Jeremías, hasta Isaías Segundo, surgieron muchos profetas. Grecia también conoció a un gran número de filósofos tales como Homero, Parménides, Heráclito, Platón y muchos autores de tragedias, así como Tucídides y Arquímedes. En aquellos siglos, todo lo que encerraban aquellos nombres se desarrolló casi simultáneamente en China, India y Occidente, los cuales no se conocían entre sí.1
Jaspers denominó este período «Eje» de la historia mundial:
La humanidad siempre ha vivido en dependencia de lo que el hombre pensó y creó en ese Período del Eje, y en cada salto adelante que se ha dado la gente ha tendido a recordar esa época y ha reencendido las llamas de su inspiración. A raíz de eso, así siempre ha sido el caso, la resucitación y el retorno de la potencialidad del Período del Eje, o su renacimiento, siempre nos ha proporcionado nuevo ímpetu espiritual.2
Tal como afirmó Talcott Parsons, en esa era de gran resplandor, los orígenes de las cuatro grandes civilizaciones del mundo, Grecia, Babilonia, India y China, experimentaron un «salto filosófico», en el sentido de que la humanidad adquirió conocimientos bastante racionales sobre el origen del universo en el que vive el ser humano, y una nueva concepción respecto de su posición y la razón por la cual el ser humano es así denominado.
En China no se puede hablar de ese «salto filosófico» sin mencionar a Confucio ni susAnalectas. Podemos afirmar que la filosofía china es de carácter ético y el sistema filosófico gira en torno a las doctrinas de la ética y la moral. Si decimos que las distintas formas culturales de Occidente buscan predominantemente la Verdad, en China estas han enfatizado la Virtud. En los tiempos antiguos, la primera clase que se impartía a los discípulos, tanto de letras, erudición, como de artes marciales, siempre se centraba en cómo comportarse y cómo cultivar «la moral». Los profesores pedían a los alumnos o discípulos aprender de memoria algunas máximas y lemas que, en la mayoría de los casos, procedían de lasAnalectas de Confucio.
Tras varios decenios de abandono, los recursos de la moral tradicional de China se han convertido en cosas raras en las grandes ciudades, de forma que, frecuentemente, los que sostienen la moral y la ética son considerados como retrasados mentales. Hasta tal punto, que hay gente que critica que el mundo de hoy esté plagado de esa espantosa búsqueda de goces materiales y un afán desmesurado por el dinero. Sin embargo, en algunas zonas rurales pobres y remotas donde «todavía prevalece el subdesarrollo», aún subsisten los conceptos éticos y morales contenidos en los cánones clásicos de la Antigüedad. Lo que dicen y hacen los hombres y mujeres del campo, que probablemente no saben leer ni escribir, demuestra en todo momento la ética fundamental del trato humano: benevolencia, justicia, cortesía, inteligencia, honestidad, fidelidad, amor filiar, cordialidad, bondad, urbanidad, austeridad y condescendencia, etc. Además, educan a los hijos con su propio ejemplo, infundiéndoles espontáneamente estos principios morales. En algunas memorias que evocan los tiempos de la Revolución cultural solemos encontrar relatos de cómo algunas personas eran perseguidas, heridas tras la violenta crí