Introducción
A sus ciento sesenta años, elManifiesto Comunistanos convoca, una vez más, a revisitarlo. La casualidad histórica, plena de simbolismo en este caso, hace que este nuevo aniversario coincida con las vísperas de los doscientos años de las luchas por la independencia de Nuestra América, justo con el inicio de las primeras rebeldías anunciadas por el movimiento juntista de 1808-1809, considerado el punto de partida de la gran epopeya. Pero el mayor y más significativo simbolismo radica, sobre todo, en el actual momento de un inquieto y esperanzador despertar de las fuerzas populares y revolucionarias del continente.
ElManifiesto,a no dudarlo, se proyecta como una de las grandes obras del pensamiento universal de todos los tiempos, y, en particular, del pensar revolucionario. Su mensaje de lucha y emancipación social se proyecta hasta nuestros días para dar fe de su vigencia y lozanía. Su relectura se presenta hoy como necesaria, a la vez que su contenido reclama ser visto con nuevos ojos y a la luz de la experiencia acumulada y de las nuevas situaciones emanadas de la evolución histórica planetaria.
La presente publicación de este texto ya clásico está ampliada con la inclusión de diversos materiales que permiten profundizar y enriquecer la comprensión delManifiesto.
Hemos querido poner en manos del lector interesado un instrumento serio para el estudio y el análisis. No obstante, es posible que algunos puedan sentirse abrumados con el volumen de información ofrecido, pero ello no debe impedir que se pueda llevar adelante una lectura concentrada en el cuerpo central de la obra; en otras palabras, el lector no está obligado a seguir el material en todos sus detalles.
No hemos podido contar lamentablemente con la edición de lasObras Completas(Gesamtausgabe) de Marx y Engels —conocida como MEGA²— porque el tomo donde debe aparecer el conjunto de las versiones delManifiesto, con su rico y amplio material crítico, no está aún disponible. Cabe pues imaginar que cuando finalmente este vea la luz habrá que realizar de nuevo el trabajo de manera de hacer asequible los avances y definiciones proporcionadas por las últimas investigaciones. Nuestra edición, por el momento, se ha esforzado por trasmitir una buena parte de los materiales y definiciones al alcance hoy de los investigadores.
I Sobre la presente edición
Esta nueva publicación delManifiesto del Partido Comunista se corresponde, como es costumbre, con la edición alemana de 1890 preparada, como es sabido, por Federico Engels. El texto está tomado de lasObras Escogidas de Marx y Engels (Editorial Progreso, Moscú, 1973, tomo I). Se incluyen todos los Prefacios escritos por sus autores para las diversas ediciones. Son, por orden cronológico: la alemana de 1872, la (segunda) edición rusa de 1882, la alemana de 1883, la edición inglesa de 1888, la alemana de 1890, la (tercera) edición polaca de 1892 y la italiana de 1893. Casi todos los prefacios han sido, asimismo,extraídos de la mencionada edición preparada por el extinto Instituto de Marxismo-leninismo de Moscú. El Prefacio a la edición inglesa de 1888, que no está incluido en lasObras Escogidas ha sido tomado de lasCollected Works (Obras Compiladas, vol. 26, Progress Publishers, Moscow) y traducido al español. El Prefacio a la edición alemana de 1890 no aparece completo en lasObras Escogidas, razón por la cual se han extraído de lasWerke (Obras/ Dietz Verlag,Berlín, 1974, tomo 4, de ahora en adelante MEW) los párrafos iniciales faltantes y se les ha incluido en la presente edición.
Los anexos incluyen cuatros materiales que enriquecen y ayudan a la comprensión delManifiestoen sus condiciones históricas. No es inusual hoy adjuntar a las publicaciones delManifiestolosPrincipios del Comunismode Engels, escrito entre octubre y noviembre del 47, y que muchos consideran un antecedente esencial delManifiesto. Significativa es, por su parte, la carta del propio Engels a Marx de finales de noviembre del 47, poco antes de que ambos se reencontraran para viajar juntos a Londres al Congreso de la Liga de los Comunistas, y donde el compañero de Marx señala la conveniencia