Introducción1
La estética como disciplina autónoma de la filosofía se configuró en el siglo XVIII, aunque existen muchas teorías que cuestionan esta afirmación acerca de cuándo y de cómo datar este surgimiento histórico. El tema de la belleza y de las discusiones sobre la creación literaria aparecían ya en las preocupaciones de los filósofos griegos en la antigüedad, pero su concepto detechné para los griegos (τέχνη) y el dears para los latinos no tienen el mismo sentido que nosotros le damos ahora. Las preocupaciones humanas estaban asociadas a rituales y a la creación de objetos, esculturas y obras literarias que tenían una función dentro de la totalidad.2 Para Platón la cuestión de la representación o reproducción de algo —la mímesis— solo podía representar las apariencias. Por eso Platón quería la expulsión de autores como Homero de la polis (πόλις). Aún para Aristóteles el sentido de la representación estuvo asociado con lo literario vinculado a rituales religiosos. En la mayor parte de las culturas antiguas el arte dependía de sus funciones rituales y religiosas.3 Hans Georg Gadamer tiene razón cuando señala:
Lo que podemos aprender de los padres del pensamiento occidental, de los griegos, es, precisamente, que el arte se engloba dentro del concepto genérico de lo que Aristóteles llamaba ποιητικὴ ἐπιστήμη (ciencia poética), es decir, el saber y la capacidad de producir».4 El arte era imitativo y estaba vinculado a la noción de producción más que a la de creación. La noción de arte realmente se produce en el contexto histórico del mundo moderno cuando se la denomina «bellas artes».5
De igual manera, el términoestética se deriva del griego αἰσθητική (aisthetikê) y remite a la dimensión de la percepción sensible, las sensaciones, la imaginación y la sensibilidad (αἰσθητός,aisthesis). Sin embargo, solo en el siglo de la Ilustración (XVIII) aparecieron los textos que hoy se consideran como la base curricular de la disciplina de la estética, gracias a la aparición del textoEstética (1750) de Alexander G. Baumgarten,6 laHistoria del arte de la Antigüedad (1764) de J.J. Winckelmann7 y la obraSalones8 (1759) del pensador ilustrado francés Denis Diderot. Ya en esos momentos históricos otros autores estaban trabajando sobre el tema (como Kant y Schiller, por ejemplo). Aún en Inglaterra hubo otros autores que escribieron sobre estética, como Addison9, Hutcheson10 o Shaftesbury11, y el más célebre de todos, el empirista escocés David Hume.12
Kant ya había acreditado dicha disciplina como la ciencia pura de la sensibilidad con su «estética transcendental», la cual fue utilizada primero en suCrítica de la razón pura (1790). Después, él mismo reconsideraría la particularidad de los juicios sobre el gusto y la capacidad de juzgar las obras de arte en suCrítica del juicio (1790).13 Sin embargo, fue Baumgarten el que denominó a la estética como una disciplina filosófica autónoma y la acreditó como una ciencia del conocimiento sensitivo.14 Con ello, no solo da un nombre a una disciplina (término que como hemos visto ya existía), sino que transforma dicha disciplina con nuevas energías para problematizar lo que son las manifestaciones sensibles y la experiencia de los sujetos (en plural) frente a los objetos estéticos. Y se asocia directamente con la Ilustración porque los componentes y las propiedades de este objeto de conocimiento son las manifestaciones artísticas, las cuales están ligadas a lo particular y a la subjetividad (de los espectadores), y por ello se resisten a ser caracterizadas como si su