Prefacio
El sí y el no
Jacques Derrida impartió el curso «Pensar es decir no» en la Sorbona en el año académico 1960-1961. Durante cuatro años, Derrida fue asistente de Filosofía general y Lógica junto a profesores como Georges Canguilhem, Suzanne Bachelard, Jean Wahl y Paul Ricœur. Como recuerda en un texto escrito en homenaje a este último y publicado en losCahiers de L’Herne,1 se le había concedido entonces total autonomía respecto de los temas de sus cursos y de la organización de sus trabajos tutoriales. Esto cambiará en 1964, cuando ingrese en la École normale supérieure, donde cada año tendrá que seguir el programa de laagrégation en filosofía. A pesar de una considerable carga de trabajo, Derrida cuenta que estos años pasados en la Sorbona fueron los más felices de su carrera en la enseñanza superior.2 Los escritos redactados durante este período de enseñanza, inéditos hasta hoy, trataban de una gran variedad de temas.
Fue en el marco de estas actividades cuando Derrida dedicó cuatro sesiones de docencia a la frase de Alain, la frase que da título al presente libro. Como no se indica ninguna fecha, es difícil saber en qué momento del año se llevó a cabo ese curso. A pesar de esta incertidumbre, un elemento material relaciona, no obstante, este curso con las circunstancias de su época. El manuscrito está escrito en papel que lleva el membrete «Faculté des lettres et sciences sociales. Histoire de la colonisation».3 Un recuerdo de que estos años fueron también los del movido contexto del país en que había nacido el filósofo, Argelia, que ganará su independencia el año siguiente, en 1962. El mismo membrete será utilizado por Derrida para redactar su introducción aEl origen de la geometría, de Edmund Husserl, que traducirá y completará en julio de 1961.
El texto dePensar es decir no, un manuscrito de Derrida para las necesidades de un curso magistral, completamente inédito hasta el día de hoy, nunca tuvo la finalidad de ser publicado. Hoy, sin embargo, se convierte en el primer texto del corpus derrideano; el primer texto publicadopor Derrida, «Fuerza y significación»,4 lleva la fecha de 1963.
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El sí y el no, dos «pequeñas palabras» fundamentales en el pensamiento derrideano, aparecen en primer plano en los escritos de Derrida de la década de 1960, años de pensamiento efervescente en Francia, durante los cuales el filósofo vuelve incesantemente sobre las diferencias de ese par de vocablos y las preguntas que plantea. La tensión entre estas dos palabras, si es que podemos llamarlas así, porque, como recuerda Derrida en otro lugar, puede que no sepamos todavía lo que estas pequeñas palabras quieran decir o cómo funcionan en el lenguaje,5 esta tensión, decíamos, aparte de ser un mecanismo fundamental de la deconstrucción, ofrece igualmente un punto de apoyo pedagógico y retórico importante para Derrida en los cursos de sus primeros años de enseñanza. Ya en 1959-1960, cuando enseñaba en el liceo Montesquieu de Le Mans, Derrida se interroga no sobre el decir no, sino sobre el decir nada, dejando de lado la cuestión de la negatividad. En 1961-1962, a través de otra pregunta de envergadura, «¿Qué es la apariencia?», Derrida apela a los mismos filósofos que había frecuentado enPensar es decir no y se pregunta abiertamente acerca de otra forma de negatividad, la de la apariencia. Vuelve todavía al no en 1963-1964 en un curso magistral sobre Bergson y la idea de nada, así como en otro titulado «El origen de la refutación» en el que