: Ignacio Gómez de Liaño
: Instantáneas del tiempo 1978-1979 Diario personal
: Ediciones Siruela
: 9788410183230
: El Ojo del Tiempo
: 1
: CHF 12.30
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: Biographien, Autobiographien
: Spanish
: 1768
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
«La extraordinaria riqueza y desbordante complejidad de En la red del tiempo confirman lo que para muchos es una evidencia, [...] y es que Ignacio Gómez de Liaño es la figura más importante de la cultura española de las últimas décadas».CÉSAR GARCÍA ÁLVAREZ Instantáneas del tiempo 1978 1979. Diario personal es una confesión, la que el escritor se hace a sí mismo en el silencioso confesionario de la página en blanco. Y es una forma novedosa de hacer literatura, pues en esta obra se entrelazan los diferentes estilos que suscitan los variados momentos de la vida. El arte, la literatura, la filosofía, la música, la política y la vida social aparecen sin tapujos, según el instante en que surgen. Los años 1978 y 1979 son los de la Transición, y también los que anteceden a la Movida madrileña. Las frecuentes referencias a algunos de sus principales personajes tienen la virtud de presentarse en forma de instantáneas, aún con los fulgores del instante vivido. Instantáneas del tiempo tiene en ocasiones como zona tangente los encuentros y conversaciones que el autor tuvo con Dalí y que relata en El camino de Dalí (2004), pero es, ante todo, la continuación de En la red del tiempo 1972 1977. Diario personal (2013). En este nuevo volumen, Gómez de Liaño brinda también al lector la posibilidad de trasladarse a otra época, a una distancia de casi medio siglo, y así conocer cómo vivió ese tiempo el propio autor y cómo lo vivieron los numerosos personajes que circulan por las páginas de este libro fundamental.

Ignacio Gómez de Liaño (Madrid, 1946) ha sido profesor en universidades de Madrid, Pekín y Osaka. Ha cultivado la novela, el ensayo, el teatro, la historia, el diario y la poesía, además de la filosofía, en numerosos libros, algunos traducidos a varias lenguas. Destacan especialmente El círculo de la sabiduría, Filósofos griegos, videntes judíos o Contra el fin de siglo.

Hay, en la música de Wagner y de los románticos y posrománticos, algo que no me gusta, que me horroriza, y es esa maníaca tendencia a ensombrecer y manosear los abismos del inconsciente, de las emociones, hasta convertirlos en técnica formulable. Hay razones –históricas, psicológicas, etc.– para que tal cosa haya ocurrido. Confieso sentir una cierta añoranza de las formas límpidas y escuetas de un mundo cristalino y, como de cristal, limitado. La forma limita y en su limitación bulle y contiene un mundo. Eso del infinito tiene más que ver con el apetito –el deseo sexual, por ejemplo– que con la razón y el entendimiento. Lasumma del universo se tambaleó. Está aquí hecha una inmensa ruina, y nosotros estamos hundidos debajo de los cascotes. En el vacío infinito e insondable afloran las formas: la ciudad-catedral se convierte en ciudad de individuos… El imperio de las emociones –de la carne– debe servir como gleba para que en él nazca el Reino Superior del Espíritu. Si no, está destinado a devorarse a sí mismo, a ser tierra que expele tierra y torna a alimentarse de sus excrementos. El Reino del Espíritu es el de la libertad, la cual exige conocimiento. Y, por tanto, educación. ¿Hasta el punto de la ingeniería biológica? A Dios no se le puede conocer sino en el hombre. Las mil cosas que nos rodean, sólo cuando las acaricia la mirada o la mano humana, se tornan lenguas pregoneras de la divinidad. Sólo aparecen malas cuando el hombre las maltrata.

DRAMATIS PERSONAE: Narrador. Poeta. Chico amante escultor. Arquitecto visionario. Pintora estructuralista. Prima-belleza. Pintor hedonista. General-arqueólogo. Padre. Madre de poeta. Chica-condesa. Cura-duque-conspirador. Fra Ludovicus-templario. Vividor (Bola). Chicos de la vida. Filósofos 1. Autoritario-hegeliano. 2. Anarquista-nietzscheano. 3. Escolástico-lacaniano. 4. «Yo». 5. Estructuralista. Hippies-curas-camareros-chicas de la vida-universitarios-etc. Mecenas-economista. Financiero-político. Grupo de teatro. Grupo de acción terrorista. Cárcel. Hospital. Palacio, criada-criado… Isla. Pueblo-ciudad. Ciudad-Prospe (?) POEMA-Isla. Prospe (?)-palacio-cárcel. Prospe (?)-palacio-cárcel. Amoríos-trabajo. Tiempo después.

La presunta escritura de los dioses: Giambattista Vico y la lengua de los dioses. Es la lengua de que había hablado G. Bruno, y tiene una larga tradición a sus espaldas.Hieroglyphica. Emblemas. Kabbalistas – Ficino – Pico de la Mirandola – Agrippa. Filosofía mnemónica de Bruno. ¿Cómo es esta escritura? Exposición pormenorizada. La lengua de los dioses es la lengua de los magos. Es la lengua del amante furioso. ¿Lengua para la telepatía? Iconoclastas y antiiconoclastas*. La filosofía como un «arte del momento». La escritura como la fulguración del instante. El Reino de la Luz y de la Niebla.

Jueves, 22 VI 78*. Cuando uno duerme bien tiene asegurada la placidez del día siguiente. ¿Y qué hay que hacer para dormir bien? Primeramente, no haberse dejado agitar por nada, sino haberse ido hundiendo en una cierta tranquilidad de espíritu en las dos horas precedentes a la dormición. En segundo lugar, haber cenado alguna cosa ligera (nunca, carne) y perfectamente digerible, a fin de que nuestra alma vegetativa no se vea obligada a hacer un trabajo grosero. También es importante la cama en la que se duerme y que la alcoba –para mí son preferibles las alcobas a los dormitorios grandes– esté suficientemente ventilada, y no tenga durante la noche ni frío ni calor. Las bebidas alcohólicas también se deben proscribir. Cumplidos todos esos requisitos, creo que se puede asegurar un sueño reparador y placentero. Las pesadillas suelen ser el remate o consecuencia de desarreglos vegetativos. El mundo vegetal está poblado de monstruos, cuando su floración, germinación y cultivo no es el naturalmente adecuado. Por eso quizá haya que temer graves trastornos con los antinaturales principios de cultivo agrícola hoy imperantes. Toda la vida se puede resentir, y entonces verdaderamente se tendrá que decir «el sueño de la razón produce monstruos». Acaba de sonar el timbre. Era una chica –«somos un grupo de parados»