: Paula Moraine
: Las funciones ejecutivas del estudiante Mejorar la atención, la memoria, la organización y otras funciones para facilitar el aprendizaje
: Narcea Ediciones
: 9788427722958
: Educación Hoy
: 1
: CHF 12.60
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: Angewandte Psychologie
: Spanish
: 176
: Wasserzeichen
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Este libro presenta un modelo innovador para el fortalecimiento y el desarrollo de las principales funciones ejecutivas en cualquier estudiante: atención, memoria, organización, planificación, iniciativa, flexibilidad, control de la conducta y establecimiento de objetivos. La autora defiende un enfoque educativo centrado en el alumno. Propone que los educadores exploren en los estudiantes los componentes clave que intervienen en todas las funciones ejecutivas: las relaciones con los demás y con uno mismo, los puntos fuertes y débiles, la autonomía y responsabilidad, la visión previa y la revisión, la motivación, los incentivos, el ritmo y la rutina en el trabajo, etc. Proporciona explicaciones detalladas de cómo el educador y el estudiante pueden explorar y usar esos 'componentes' de formas diferentes y en distintas combinaciones para mejorar con éxito áreas personales de particular dificultad. La obra ofrece una guía práctica para apoyar la evolución de estas funciones ejecutivas, animando a quienes estén ya preparados para desarrollar su autonomía a convertirse en más responsables del desarrollo de sus propias habilidades y potencialidades. Proporciona muchos ejemplos útiles y estrategias prácticas probadas con éxito, ejemplos de planificación de gestión del tiempo y otras herramientas que el educador puede adaptar fácilmente para conocer las necesidades particulares y las capacidades de cada estudiante.

Paula MORAINE, educadora y tutora de estudiantes en escuelas, institutos y universidades, mentora y coach de adultos en cursos de formación en EE.UU., Alemania y Escocia, ha impartido también conferencias sobre el desarrollo infantil, y la educación y crianza de los niños. En la actualidad es Directora del Centro Comunitario de Divulgación en la Escuela Highlands en Bel Air, Maryland, donde ha desarrollado el programa que es la base de este libro.

Introducción

A lo largo de los años he ido preguntando a las personas cómo valoran su propia atención, y siempre me han dado una de las tres respuestas siguientes: que creen que prestan demasiada atención y pueden llegar a estar hiperconcentrados; que tienen un déficit o muy poca atención; o que no lo saben porque nunca han pensado en ello. Hasta el momento nadie me ha dicho que su atención sea la justa o que esté equilibrada. Todos piensan que su atención necesita ser fijada, mejorada o modificada de alguna manera.

La atención es una actividad que está en constante movimiento; no puede permanecer fija o controlada en un punto. Es similar al movimiento de un péndulo, que siempre pasa por el punto de equilibrio perfecto en su camino de un extremo a otro. Si paráramos el movimiento del péndulo en el centro, en el punto de equilibrio perfecto, y lo fijáramos ahí, todo el movimiento tendría que parar para mantener el péndulo en ese lugar. Según lo que yo entiendo por atención, si tuviera que llegar a este punto de quietud, sin movimiento, ya no sería atención.

¿Podemos entender cómo usa la atención una persona si no entendemos cómo nosotros mismos usamos nuestra atención?

Probemos este ejercicio que hago a menudo con estudiantes. Compruebe qué le sucede. Cierre los ojos, y durante 15 segundos concéntrese en no tener nada en su mente, salvo un clip. Piense sólo en el clip.

Al final de este corto ejercicio, suelo pedir a los estudiantes que me digan si fueron capaces de hacerlo, y qué pasó cuando lo intentaron. La respuesta normal es: “¡Fue muy difícil!”.

Al principio, parece que va a ser fácil, y todos empiezan los 15 segundos pensando que yo soy un poco estúpido por pedirles esto. Después de 15 segundos, me miran y me dicen que no funcionó, y quieren saber por qué. Con esa pregunta estamos preparados para empezar a trabajar juntos.

La razón de por qué es tan difícil concentrarse en un clip durante 15 segundos es la misma razón de por qué es tan difícil llevar nuestra atención a ese lugar de quietud o de equilibrio perfecto en la mitad del péndulo. Por su propia naturaleza, la atención “no quiere que se la interrumpa”. La persona que entiende cómo acertar en este ejercicio y hacer que funcione, sabe cómo reunir toda su atención y fijarla activamente en un solo sitio. Parece que ha dirigido su atención a un punto de quietud, pero más bien es como si fuera un helicóptero que sobrevuela una zona, fijo en un sitio pero sin parar de moverse. La física de un helicóptero requiere que se mueva un poco, incluso aunque parezca que no se está moviendo, para que pueda mantener la suficiente cantidad de aire entre sus aspas. Si el helicóptero no se moviera un poco, perdería el aire que está debajo de sus aspas y se estrellaría contra el suelo.

Las leyes de la atención son parecidas: en la atención se tienen que producir movimientos pequeños en todo momento o se apagará. Por eso, en el ejercicio de concentración que hemos hecho, el centrar la atención en el clip requiere unos pequeños “movimientos de atención” para conseguir permanecer en la imagen del clip y no dejar que la mente vagabundee por otros pensamientos.

Intente el ejercicio de nuevo, durante otros 15 segundos. Incluso sabiendo la finalidad y la mecánica del ejercicio, es difícil realizarlo, ya que nuestra inclinación natural es tener una atención dispersa. Por eso es muy difícil, si no imposible, fijar nuestra atención exclusivamente en una sola cosa.

Pero, ¿significa eso necesariamente que se ha “roto” nuestra atención y que necesitamos arreglarla? Cathy Davidson (2011) recuerda al lector que las maneras en que prestamos atención en el siglo XXI son muy diferentes a las que utilizaron las generaciones anteriores. Es nuestro concepto de atención lo que nos sigue vinculando a esas formas antiguas, y eso es lo que necesitamos cambiar. Todos nos beneficiaríamos de una nueva percepción de la atención, teniendo en cuenta unas expectativas actualizadas y unas nuevas habilidades.

Este libro entiende y plantea la atención en el contexto de lasfunciones ejecutivas. Ofrece ideas para entender, promover y activar las funciones ejecutivas desde la perspectiva de los educadores, padres y estudiantes. Los ejemplos y casos que se mencionarán a lo largo de esta obra se han tomado sobre todo, pero no exclusivamente, de mi experiencia con estudiantes de educación primaria y secundaria.

Como padres y educadores, estamos constantemente trabajando con nuestras funciones ej