Inicios de la invasión europea (1492-1580)
El llamado ''descubrimiento'' de América, junto a la consiguiente conquista y colonización del continente por España y Portugal, fueron el inicio de la invasión europea del Nuevo Mundo. Ese proceso, desarrollado en lo esencial de 1492 a 1580, puede ser subdividido en tres fases: los primeros viajes de exploración (1492-1519), la conquista de las grandes civilizaciones clasistas de Mesoamérica y el área andina (1519-1535) y la dominación de los “territorios marginales” (1535-1580). En esos acontecimientos influyeron, de una u otra manera, dos elementos externos: el tránsito del feudalismo al capitalismo en Europa y la inclusión de América como zona dependiente del mercado mundial que comenzaba a estructurarse.
Esa compleja articulación fue precedida por el establecimiento en la península ibérica de dos Estados fuertemente centralizados, en los cuales los intereses de la endeble burguesía y de los grandes propietarios señoriales estaban subordinados a los de la monarquía absoluta. Pese a la semejanza del sistema socioeconómico existente en España y Portugal –feudal, aunque con ciertos rasgos de un capitalismo embrionario–, la colonización emprendida por ambas potencias en el hemisferio occidental se distinguió entre sí desde sus comienzos.
Primeros viajes de exploración
Entre 1492 y 1519 se realizaron los llamados primeros grandes viajes europeos de “descubrimiento” –si obviamos los transitorios asentamientos anteriores de los vikingos en Groenlandia (985) y Terranova (1001)– a partir de la travesía de Cristóbal Colón. Cuando concluía la ocupación española de las islas Canarias, los viajes de Colón abrieron nuevos horizontes a la expansión europea, hasta ese momento solo superada por los éxitos de la navegación portuguesa por las costas de África, la cual ya en 1478 había alcanzado el cabo de Buena Esperanza en la búsqueda de una ruta marítima para el comercio con el Oriente.
Sin dudas, entre las causas que propulsaron estas travesías, y las que le sucederían inmediatamente después, ninguna fue tan importante como el interés de los europeos por encontrar un camino más rápido y barato que el tradicional para llegar al Oriente y acceder a sus productos, de gran demanda en Europa. Nos referimos a las especias (pimienta, clavo, canela, nuez moscada, azúcar), fármacos (ruibarbo, bálsamo, goma arábiga, áloe, cubeba y alcanfor), materias tintóreas (índigo, palo brasil, alumbre), piedras preciosas y otros productos (vidrio, porcelana, telas, etcétera).
Nacido en Génova (1451), Cristóbal Colón se enroló desde muy joven en expediciones marítimas que recorrían todo el Mediterráneo y prestó servicios a los banqueros