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Relevancia yframing delCOVID-19 en la estrategia electoral española: polarización y afectividad del discurso políticoonline
Alba Díez-Gracia
Universidad de Valladolid
Pilar Sánchez-García
Universidad de Valladolid
1. Introducción
El impacto delCOVID-19 y la pandemia desde marzo de 2020 (OMS, 2020) ha afectado en múltiples áreas sociales a nivel internacional (Casero-Ripollés, 2020). Una situación excepcional, primero de confinamiento y más adelante marcada por las medidas sanitarias, que, desde la perspectiva de la comunicación, «llevó a un cambio radical en la manera e intensidad con la que los ciudadanos pasamos a relacionarnos con los medios» (Besalú, 2020: 104). En este tiempo se ha constatado un incremento del consumo informativo, especialmente en redes sociales, lo que ha derivado en varios efectos informativos adversos: una saturación o ‘infodemia’, que confunde a la audiencia y dificulta su acceso a información fiable (Aleixandre-Benavent, Castelló-Cogollos y Valderrama-Zurián, 2020), y un clima de desinformación y contenido falso (López-Veneroni, 2021; Guerrero-Solé y Philippe, 2020). El análisis de esta desinformación se ha convertido en un objeto central de los estudios de comunicación en esta etapa de excepcionalidad hasta el punto de considerarlo un riesgo de relevancia internacional por la expansión de bulos, que obligan a intensificar la labor de verificación al comprobar que «la divulgación de informaciones deliberadamente falsas se ha convertido en un problema sanitario» (Salaverría et al., 2020) que debilita los procesos comunicativos e informativos en una sociedad vulnerable.
Por otro lado, estos mismos puntos se han reflejado en la investigación académica, y los estudios centrados en la repercusión del coronavirus crecen de forma exponencial (Torres-Salinas, 2020) también en España, motivados por llamadas a monográficos en los años centrales de la pandemia y que en ocasiones ha dado lugar a investigaciones con carácter de ‘urgencia’. Así, la literatura científica se ha focalizado, en un espacio de tiempo muy corto, en analizar cómo este período de pandemia originado en 2019 y continuado en 2020 y en adelante, ha provocado unas transformaciones profundas en la vida social, económica y política que, de manera clara, ha impactado también en el ámbito comunicativo e informativo. Esto ha generado cambios significativos en el sistema mediático desde dos perspectivas: la producción informativa y el consumo de noticias (Casero-Ripollés, 2020; Lázaro-Rodríguez y Herrera-Viedma, 2020; Montaña, Ollé y Lavilla, 2020).
1.1. La desintermediación informativa en la comunicación política
En los nuevos procesos acelerados y convulsos a la hora de consumir y producir información, se han expandido dos fenómenos comunicativos que, sin ser una novedad, sí han alcanzado cotas de protagonismo: por un lado, la desinformación y, por otro, la expansión de bulos y contenidos manipulados o fraudulentos (Aleixandre-Benavent, Castelló-Vogollos y Valderrama-Zurián, 2020; Gutiérrez-Coba, Coba-Gutiérrez y Gómez, 2020; Villa y Cerdán, 2020) que pone de manifiesto el peligro de la información que se ‘expande’ de manera incontrolada sin criterio periodístico ni contraste de fuentes. En este proceso han jugado un papel crucial la influencia de redes sociales (López-Rico, González-Esteban y Hernández-Martínez, 2020; Lázaro-Rodríguez, 2020) que, si bien ya eran protagonistas de la difusión informativa, se convierten en generadores de contenido informativo desintermediado de manera más clara en tiempos deCOVID-19.
Esta desintermediación informativa, periodística y mediática, que no es nueva, se ha consolidado como uno de los nuevos paradigmas informativos que generan las redes sociales, las multiplataformas y la influencia de nuevos agentes comunicativos que afectan a la agenda digital, las fuentes y las redes. Un cambio profundo de alternativas comunicativas que, en palabras del filósofo Zygmunt Bauman, se ha denominado