Introducción. Psicopolítica, orfandad y amparo
Me da la impresión de que la sociedad actual, en medio de la terrible crisis de sus clases políticas,
no puede hacer nada mejor que darse una pausa para la reflexión sobre cuestiones fundamentales.
PETER SLOTERDIJK
(En el mismo barco, p. 71)
Entre tantas crisis sociales y políticas que agobian el hoy en todas las direcciones del globo, el filósofo alemán Peter Sloterdijk recomienda precisamente lo más honesto y fructífero que puede aconsejar un filósofo: «darse una pausa para la reflexión sobre cuestiones fundamentales». Pero acoger ese «darse una pausa» es ya algo muy difícil, y sobre todo para una actividad compleja como lo es una «reflexión sobre cuestiones fundamentales». Porque ¿quién tiene tiempo para darse a reflexionar? Y, además, ¿cómo identificamos esas «cuestiones fundamentales» dignas de nuestro preciado tiempo? Este ensayo intenta justamente ser ese espacio, ofrecer una pausa en conjunto que nos permita afinar un diagnóstico común –mirado especialmente desde la filosofía– sobre diversas tensiones que agobian a nuestra vida política. No obstante, y pese a evitar apresurarnos en ofrecer respuestas prontas o estrategias políticas resolutivas a lo diagnosticado, el ensayo no se queda solo en esto, sino que es enérgicamente propositivo.
Desde aquí y hasta el fin de estas páginas el presente ensayo plantea, por lo tanto, una serie de cuestionamientos, reflexiones y perspectivas que surgen a raíz de una preocupación particularmente política. Y, como no puede ser de otra forma en filosofía, buena parte de lo aquí esbozado se haya influido por una serie de diagnósticos y planteamientos que dialogan con diversas fuentes y tradiciones filosóficas, pero donde Friedrich Nietzsche y Peter Sloterdijk ocupan un lugar preponderante. No obstante, rápidamente notarán el lector y la lectora que las tesis centrales aquí expuestas constituyen interpretaciones y esfuerzos –experimentos, si se prefiere– novedosos y, por ello, la sensatez, el acierto y la pertinencia de los cuales, así como sus desaciertos y carencias, son responsabilidad de quien suscribe. Precisamente por ello, este trabajo escoge la forma de un ensayo filosófico para expresar, más que conocimientos enciclopédicos o sistemáticos disciplinares, el esfuerzo más genuino por pensar del modo más propio posible lo que personal y académicamente se ha tornado una pregunta irrenunciable: ¿cómo vincularnos de un modo mássano?
En este sentido, intento identificar e interpretar algunas de las problemáticas psicopolíticas más características de la época en sus cualidades fundamentales para, con ello, invitar a reflexionar e imaginar formas de relaciones comunitarias distintas, mássanas y que logren, como advierte el subtítulo ambiciosamente, proporcionarnos algunas claves de lo que podría ser una política de mayoramparo. El ensayo parte, pues, diagnosticando al sujeto contemporáneo desde un profundo desamparo existencial y lo describe y analiza en clave psicopolítica. La psicopolítica se entiende aquí fundamentalmente en los sentidos expuestos por Sloterdijk1 y Han,2 a saber, como aquella forma de ejercicio del poder, de la dominación y de la configuración del espacio político que no ocurre a través de discursos racionales o ideológicos, sino mediante mecanismos y estrategias psicológicas –acudiendo estas muchas veces a elementos afectivos, emocionales y que, como veremos, responden a cuestiones no irracionales, sino a una racionalidad distinta.
El presente ensayo tratará, pues, sobre comunidadessanas yenfermas en sentido psicopolítico, no sobre individuossanos oenfermos. En otro lugar nos dedicamos a esto último y explicamos que el ser humano, en singular, puede ser comprendido como unanimal enfermo.3 Ahora bien, en la medida en que el animal que somos posee una constitución anatómica frágil –es un animalenfermo en cuanto nacemos desnudos, desvalidos y necesitados de cuidados–, su éxito como espec