: Daniel O'Malley
: La torre
: NOCTURNA
: 9788416858569
: 1
: CHF 7.60
:
: Fantasy
: Spanish
: 600
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
'El cuerpo que llevas puesto era mío'. Así comienza la carta que Myfanwy Thomas tiene en las manos cuando despierta en un parque de Londres sin ningún recuerdo de su identidad y rodeada de cadáveres. Las instrucciones que le ha dejado su antiguo yo la conducen hasta una agencia secreta al servicio de Su Majestad para la que supuestamente trabaja con el alias de 'la Torre' investigando casos 'peculiares'; por ejemplo, gente que se cuela en sueños ajenos, niños letales o personas que poseen varios cuerpos y que pueden suponer una amenaza sobrenatural para el Reino Unido. Para colmo, pronto descubre otra amenaza inesperada: hay un topo en la organización que la quiere muerta. Pero ¿cómo detectar al traidor entre un montón de nuevos compañeros a los que podría decirse que ha olvidado? Rebosante de suspense y humor, La torre constituye un debut literario desvergonzadamente imaginativo que encandilará a los seguidores de las novelas de espías con una buena ración de misterio y elementos sobrenaturales. Próximamente Lionsgate producirá su adaptación televisiva para Starz.

Daniel O'Malley se graduó por partida doble en los estados de Michigan y Ohio antes de regresar a Australia, el hogar de su infancia. En la actualidad trabaja para el gobierno australiano, en calidad de enlace con los medios de comunicación dentro de la agencia encargada de investigar los accidentes de tráfico. Su primera novela, La torre, se ha traducido a más de una docena de idiomas y va a ser adaptada a la televisión.

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Querida tú:

El cuerpo que llevas puesto era mío. La cicatriz que tienes en la cara interior del muslo izquierdo está ahí porque me caí de un árbol y me empalé la pierna con nueve años. El empaste de ese diente al fondo del maxilar superior izquierdo es el resultado de haberme pasado cuatro años evitando ir al dentista. Pero lo más probable es que el pasado de este cuerpo te importe muy poco. Al fin y al cabo, si estoy escribiéndote esta carta es para que la leas en el futuro. Quizá te preguntes por qué querría hacer alguien tal cosa. La respuesta es muy simple y, a la vez , complicada. La respuesta simple es: porque sabía que sería necesario.

La respuesta complicada podría llevarme más tiempo.

¿Sabes cómo se llama el cuerpo que ocupas? Myfanwy. Myfanwy Alice Thomas. Te diría que ese es mi nombre, pero el cuerpo lo tienes tú ahora, así que me imagino que serás tú quien lo use. La gente suele equivocarse con la pronunciación, pero me gustaría que al menos tú supieras vocalizarlo. No sigo las normas tradicionales de pronunciación del galés, de modo que para mí la W es muda y la F es sorda. «Miff-un-ee», por tanto. Rima con Tiffany, de hecho, ahora que me paro a pensarlo.

Antes de que empiece a contarte esta historia, deberías conocer algunos detalles. Para empezar, eres alérgica a las picaduras de abeja. Como te clave el aguijón una y no actúes de inmediato, morirás. Siempre tengo a mano varios de esos tubitos inyectores de epinefrina, por lo que te recomiendo que los busques ahora que todavía no te hacen falta. Debería haber uno en mi bolso, otro en la guantera del coche y otro más en casi todas las chaquetas que posees ahora. Si te pican, apartas la pestaña del chisme, te lo pegas al muslo y aprietas. No te pasará nada. Vale, te sentirás como una auténtica porquería, pero por lo menos no estirarás la pata.

No sufres más alergias aparte de esa ni restricciones alimentarias, y estás en muy buena forma. Hay antecedentes de cáncer de colon en la familia, eso sí, por lo que deberías someterte a revisiones periódicas, aunque todavía no te han detectado nada. Ah, y tu tolerancia al alcohol es deplorable. Pero eso seguro que todavía no has tenido ocasión de averiguarlo. Te acucian preocupaciones más importantes.

Llevarás encima mi cartera, con suerte, la cual contiene todas esas tarjetitas de plástico tan imprescindibles hoy en día para sobrevivir en el mundo electrónico que nos rodea. Permiso de circulación, tarjetas de crédito, afiliación a la Seguridad Social y carné de la biblioteca, documentos todos ellos expedidos a nombre de Myfanwy Thomas. Salvo tres. Y esos tres son, ahora mismo, los más importantes. Escondidas por ahí encontrarás una tarjeta de débito y otra de crédito, además de un carné de conducir cuya titular es Anne Ryan, nombre sin vinculación oficial alguna contigo. El número de identificación personal para todos ellos es el 230500. La fecha de mi cumpleaños seguida de los años que tienes. ¡Eres una recién nacida! Te recomiendo que saques inmediatamente algo de dinero de la cuenta de Anne Ryan, busques un hotel y te registres con su nombre.

Es probable que ya estés al corriente de esta última parte, puesto que has debido de sobrevivir a varias amenazas inmediatas para leer esto, pero el caso es que corres peligro. El simple hecho de que no seas yo no significa que estés a salvo. Además de este cuerpo, has heredado unos cuantos problemas y responsabilidades. Busca un lu