CAMBIAR LAS INSTITUCIONES DESDE DENTRO: DESAFÍOS PARA LOS MEDIADORES CULTURALES. UNA CONVERSACIÓN CON NÉSTOR GARCÍA CANCLINI
por Trànsit Projectes
A finales de 2022, Néstor García Canclini viajó a Barcelona a propósito de una conversación en #plantauno con Alfons Martinell sobre «Instituciones culturales y movimiento». En el marco de esta visita, Trànsit Projectes le realizó una entrevista en la que conversaron alrededor de su trayectoria, su labor como director de la colecciónCulturaS, su perspectiva sobre el rol social de la cultura (y las relaciones de esta con su entorno) pero, sobre todo, acerca de esta publicación,Emergencias culturales, una investigación realizada por un equipo dirigido por Néstor García Canclini junto a Mariana Martínez Matadamas, Sharine Machado y Juan Brizuela, que analiza cómo se han transformado las relaciones entre instituciones, artistas, trabajadores culturales y públicos a raíz del estallido de la pandemia provocada por laCOVID-19. Una sacudida que, en palabras de Canclini, ha representado todo un estado de emergencia para ellas.
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TRÀNSIT PROJECTES: Permíteme comenzar mostrándote una imagen. Es una fotografía antigua, fechada en 1940. Pertenece a la Hulton Press Library Collection, el antiguo archivo de la revista fotográfica británicaPicture Post. Se trata, la describo para las lectoras, de la biblioteca del Holland House de Londres. La casa de los duques de Holanda, que hoy, es el bello Holland Park en el barrio de Kensington. El edificio, como ves, está totalmente destruido, se encuentra así tras haber sufrido los bombardeos delblitz alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Te la muestro por dos cosas. La primera, porque una versión a gran escala de esta imagen preside la sala de reuniones de Trànsit Projectes, la organización dedicada a la gestión cultural a la que pertenezco y que, en alianza con la editorial Gedisa, organiza la conferencia que impartirás esta tarde en Barcelona.
La segunda razón, que es en realidad por la que la traigo a colación, se explica por lo que la escena retratada es capaz de simbolizar. Está la devastación causada por la barbarie de la guerra pero, al mismo tiempo, está también algo que prevalece después de la catástrofe. Todo se ha derrumbado pero, curiosamente, lo único que sigue en pie son las estanterías de la biblioteca repletas de volúmenes. Y los hombres que husmean entre ellas, como si nada más ocurriera alrededor. No creo que haga falta decir mucho más al respecto de la fotografía, pero me parece una muy buena forma de entrar a tu más reciente libroEmergencias culturales.
En esta obra dedicas un apartado a situar a los lectores en los dos polos de lo que significa la palabra emergencia. Aquello que está en un límite de la destrucción, de la amenaza, de la desaparición quizá, y por el otro, el de la posibilidad de renacer, de reinventarse, de emerger entre las ruinas. Tú has hecho un análisis que pretende ser una fotografía del estado de la cuestión de las instituciones culturales, de sus creadores y sus comunidades (en México, Brasil y más recientemente en España), en esta especie de mundo arrasado por la experiencia de la pandemia, así que, finalmente, te pregunto:¿Cuál es esa emergencia de la que hablas ¿Puedes describirla?Y también, ¿qué posibilidades atisbas tú de un renacimiento; de un emerger distinto de esas instituciones en emergencia (o de otras nuevas que no hemos imaginado aún)?
NÉSTOR GARCÍA CANCLINI: Me gustó desde el comienzo que la palabraemergencia tuviera esa ambivalencia, ese juego de sentidos que no son contradictorios pero se refieren de maneras diferentes a la cultura. Históricamente los procesos culturales han sido pensados de muchas maneras, y en culturas y continentes distintos, también con enormes diferencias. Por un lado se ha fantaseado con las artes y la cultura como creadoras de un lenguaje universal, de reconciliación. Una obra musical, por ejemplo, se suponía que debía ponernos en un diálogo con nosotros y los otros sin importar las condiciones de formación del gusto, de educación, las diferencias de clase, procedencia, género, etc. Sin embargo, sabemos desde hace mucho tiempo, gracias en parte a la sociología y a la historia social de las artes, que esto no es así, las artes son también lugares de elaboración simbólica más o menos compensatoria, y de fractura social entre grupos. Este doble sentido se manifiesta muy concretamente en muchas emergencias culturales. La últim