El libro que nos ofrece Laura Boella denota un espíritu selectivo, que rastrea lo que no puede quedar en el trance de pasar desapercibido. En este sentido, ya solo el título, de lo que en primer lugar habla es de la autora ante un panorama de «cuori pensanti», de corazones pensantes; como si el título quisiera mostrar una rareza: una experiencia de actitudes donde se ha superado la distancia habitual con que la cabeza hace callar al corazón o el corazón hace callar a la cabeza; donde por fin queda liberada esa profunda estructura de la vida humana que promueve,