: Caridad Martínez González, Jorge Alberto Piñeiro (JAPE)
: Quien bien te quiere...
: RUTH
: 9789597268345
: 1
: CHF 5.20
:
: Bildende Kunst
: Spanish
: 296
: Wasserzeichen
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Quien bien te quiere... es un libro que los ayudará a conocer al Luberta que nosotros conocimos, ese que jamás dejó de ser cubano cubanísimo, nos acerca al ser humano y al humorista, ese que gozaba de un sentido del humor inigualable. El libro pone a disposición de los lectores libretos escritos originalmente para Alegrías de Sobremesa y parodias de su autor.

Caridad Martínez González y Jorge Alberto Piñero (JAPE)/ Caridad Martínez González. Profesora Titular. Diploma al Mérito Pedagógico (2000) y al Mérito Artístico (2002) que otorga la Universidad de las Artes, ISA. Profesora de Dirección en la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) desde su fundación. Ha impartido docencia en instituciones cubanas y extranjeras. Más de 61 años de labor ininterrumpida en la radio cubana. Directora de programas en la emisora Radio Progreso. Premio Nacional de Radio (2008). En 2018 Ediciones Cúpulas, ISA, publicó su obra Mirar la radionovela desde la realización. Premio Maestros de Juventudes (2020). En 2021 le fue entregado el Sello Aniversario 35 de la Asociación Hermanos Saiz (AHS) y el Sello Aniversario 60 de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Su obra ha sido multipremiada en eventos nacionales e internacionales, en los que se destacan los premios Caracol de la UNEAC y Caribean Brocasting Union (CBU).// Jorge Alberto Piñero (JAPE) Escritor, periodista y realizador. Por más de treinta años redactor del suplemento de humor gráfico Dedeté. Fue miembro de proyecto literario-teatral Nos y otros, de reconocida trayectoria en los anales del humor cubano. Cuenta con varios volúmenes publicados, entre ellos La historia del humor grafico cubano, realizado junto a Arístides Hernández (Ares) y auspiciado por la Fundación de la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, España. Ha sido premiado como director audiovisual de diferentes series y documentales referentes al humor. Ostenta varias distinciones y medallas por su labor y promoción del humor cubano de todos los tiempos. Es miembro de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Alberto Luberta, un toro del humor


Mario Vizcaíno Serrat


Es lógico que Alexis Valdés haya pensado en Cristinito cuando conoció que Alberto Luberta había muerto: fue “El Maestro” quien lo ayudó a construir su popular personaje hace muchos años, en La Habana, cuando lo invitó a trabajar enAlegrías de Sobremesa.

Le pregunté por ese detalle vía correo electrónico pocos meses después de la muerte de Luberta, el 23 de enero de 2017, mientras preparaba este homenaje al humorista que hizo reír a los cubanos durante 18 000 días seguidos.

Cristinito viene de Bandurria. Yo había hecho Bandurria en la televisión y había sido muy exitoso el papel. Diría que se convirtió en el personaje humorístico del momento. Hacía (con el Gran Manolo Melian que era Quiroga) mucho cabaret, teatro, televisión. Y aquello era tremendo. La gente deliraba con la pareja cómica salida de la serie. Luberta me llama y me dice: Quiero que vengas aAlegrías… pero me gustaría que le cambiáramos el nombre al personaje. Y yo le dije, para no traicionar el espíritu del personaje, llamémosle Cristino Hernández, el nombre real de Bandurria (lo decía en un momento de la serie) y Lube me dice: “Me encanta, Cristino Hernández se puede llamar cualquier cubano”.

Y de ahí creamos a Cristinito entre los dos: con las cosas que él le escribía, con lo que yo traía de los shows y con la base de aquel Bandurria que nació en las aventurasLos Pequeños Fugitivos,de Pedro Urbezo.

Otro que considera que el humor cubano se resiente con la muerte de Luberta es Osvaldo Doimeadiós, para quien el legendario guionista tenía “un talento descomunal para la escritura y el humor específicamente. Oxigenar el programa a través del tiempo, aprovechar las potencialidades de los distintos actores que fueron llegando al programa, estar atento, despierto, vivo, oyendo esas voces que vienen de la calle, de la guagua, del barrio y poniéndolas en boca de sus personas, eso tuvo una respuesta positiva en los oyentes durante décadas. Estuvo siempre con el oído pegado a la tierra, como yo digo que el humorista debe estar siempre”.

Es uno de esos casos raros dentro de la radio cubana. Sobre todo pienso que se puede tener talento o puede no tenerse, pero tan importante como eso es la autodisciplina que él tenía, el oficio de sentarse todos los días a la máquina de escribir. Hemos tenido a otros humoristas con ese oficio, como Zumbado, Enrique Núñez, o Castor Bispo, que no era cubano, pero vivió en Cuba muchos años y escribió en radioLa Tremenda Corte. Son casossui génerisdentro del humor. Luberta supera con creces a los demás porque los suyos fueron demasiados años. En cierto momento se retiró, pero su relación con la radio pudo más y tuvo que volver. Hace dos años, en un evento teórico que se hace paralelo al Aquelarre, que se llama ¿Piensas ya en el humor?,les hicimos un homenaje a él y a los actores deAlegrías de Sobremesa, y Luberta confesaba que estaba cansado, que quería retirarse por fin para dedicarse a sus nietos, a la familia, mientras los actores decían que no, que debía seguir, y yo les dije: señores, Luberta es un genio que está cansado, hay que entenderlo, quiere dedicarse a la tercera edad. El decía que el humor yAlegrías de Sobremesaeran disfrute, pero también una adicción por el trabajo. Una gran lección que nos ha dejado a todos.

En el caso de que la dirección de la radio cubana decidiera mantener Alegrías de Sobremesa, ¿sería fácil encontrar el sustituto de Alberto Luberta?

No creo que podamos clonar a Luberta. YAlegrías de Sobremesa está signado por su huella. Yo creo que ese programa hay que dejarlo así, transmitirlo, retransmitirlo, —¿por qué no?—, buscar los mejores momentos que tuvo al aire, y no tirar por la borda un programa tan sustancioso al que pueda echarlo a perder alguien que no tenga la capacidad para mantenerlo fresco y vivo. Quizás tendría que surgir otro espectáculo radial de ese corte para suplirAlegrí