RELEER A MARÍA MONTESSORI.
MODERNISMO CATÓLICO Y RENOVACIÓN EDUCATIVA
Fulvio De Giorgi
En la historia de la educación son muy pocas las mujeres pedagogas que se recuerdan: entre esas pocas —y tal vez la más importante— se encuentra María Montessori. Científica, feminista, educadora, pacifista, Montessori es, en el ámbito intelectual, la mujer italiana más famosa del mundo. Su obra pedagógica sigue siendo muy estudiada; su «método» continúa vivo y presente en las escuelas infantiles de distintos países.
Pero María Montessori fue también una mujer de fe sincera y fervorosa; jamás —ni en público ni en privado— renegó de su pertenencia a la Iglesia católica, y fue apreciada y alabada por los papas Benedicto XV y Pablo VI.
Sin embargo, una especie de «leyenda negra» se fue creando ya en su tiempo y más tarde, hasta nuestros días (a pesar de algunos trabajos que afirman lo contrario):1 la idea de una Montessori laicista, naturalista, anticristiana y teósofa. De ahí la necesidad de reinterpretar su figura y su obra, ajustándonos a la verdad histórica y sin prejuicios historiográficos.
1. PERFIL BIOGRÁFICO2
1.1.Una «mujer nueva»: científica y educadora
María Tecla Artemisia Montessori nació en Chiaravalle (Ancona), en el seno de una familia de clase media, el 31 de agosto de 1870: apenas un mes antes de la «brecha de Porta Pia», esto es, de que se completara la Unidad italiana (y del fin del poder temporal de los papas). Sus padres albergaban sentimientos católicos pero cultivaban ideales liberal-resurgimentales. Su padre, Alessandro (1832-1915), natural de Ferrara, era funcionario del Ministerio de Economía. Su madre, Renilde Stoppani (1840-1912), oriunda de las Marcas, procedía de una familia de pequeños terratenientes, parientes tal vez del abad Antonio Stoppani, aunque ese parentesco no está documentado. En cualquier caso, este vínculo estaba acreditado en el seno de la familia Montessori y en cierto modo era representativo de las referencias ideales que dominaban en el ambiente doméstico y a las que ya he aludido. Antonio Stoppani era, como es sabido, una figura destacada del catolicismo conciliador y cercano a las ideas de Rosmini: científico, gozaba del aprecio de León XIII, pero también era hombre de fe e investigador atento de las vías de conciliación entre ciencia y religión. Personalidad preocupada por la educación y por la divulgación científica, defensor convencido del estudio de la naturaleza como elemento educativo, Stoppani (muerto en 1891, cuando María tenía 21 años) fue sin duda un punto de referencia significativo en la formación de María Montessori.
Muy pronto la familia Montessori se trasladó primero a Florencia y después, definitivamente, a Roma en 1875. María, hija única, pasó en esa ciudad la infancia y la juventud. Asistió a la escuela elemental de la Vía San Nicolò di Tolentino. Puesto que aspiraba a ser ingeniera, en 1883 empezó a estudiar en la «Regia Scuola Tecnica Michelangelo Buonarroti», y posteriormente, entre 1886 y 1890, en el «Regio Istituto Tecnico Leonardo da Vinci». No obstante, cambió de idea respecto a sus estudios universitarios y, en 1890, se matriculó en la Facultad de Ciencias, para pasar, en 1892, a la Facultad de Medicina, aunque tuvo que superar algunas trabas (incluso por parte del decano Guido Baccelli, que luego sería su defensor). Fue, por tanto, una de las primeras mujeres italianas en realizar esos estudios.
Tras un período in