: Matteo Papantuono, Claudette Portelli, Padriac Gibson
: Ganar sin pelear Técnicas y estrategias para solucionar las dificultades sociales, emocionales y conductuales de niños y adolescentes en la escuela
: Herder Editorial
: 9788425448270
: 1
: CHF 16.70
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: Allgemeines, Lexika
: Spanish
: 320
: kein Kopierschutz
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Este libro nos invita a reflexionar sobre las dificultades sociales, emocionales y conductuales de niños, niñas y adolescentes que podrían interferir en las relaciones y en el aprendizaje. Papantuono, Portelli y Gibson presentan un modelo basado en el compromiso de reintegrarlos en un entorno de emociones funcionales y de recuperar la verdadera inclusión, sin patologizarlos. En otras palabras, este texto no es un proyecto para el campo de las necesidades especiales, sino un proceso basado en la comprensión profunda de cómo funciona la auténtica integración. Mediante un compendio claro y sencillo de estrategias y técnicas surgidas de una amplia experiencia e investigación en la escuela y el contexto clínico, los autores de Ganar sin pelear pretenden tender puentes entre niños y adultos a través del amor, la compasión, la empatía, la comprensión y la comunicación positiva activa que den a los niños la capacidad, con ayuda de los mayores, de recuperar el control sobre sus propias dificultades y salir, de esta forma, todos victoriosos.

Matteo Papantuono, psicólogo y psicoterapeuta con más de quince años de experiencia docente en muchos centros de enseñanza secundaria italiano, así como cofundador de la OCD Clinic, de la cual es director de la sede Ancona (Italia).

INTRODUCCIÓN


EnGanar sin pelear, tanto profesores como psicólogos, padres y demás cuidadores encontrarán muchos tesoros que serán de ayuda en casos complicados de niños y niñas en edad escolar.1 El objeto de este libro es ofrecer nuevas formas de intervenir de manera efectiva para sortear obstáculos y dificultades problemáticas, ya sean sociales, emocionales o de comportamiento de los alumnos, y brindar una solución más esperanzadora y menos patologizadora para los que a menudo se consideran casos imposibles. Así pues, la intención de los autores es mostrar que hasta los problemas en apariencia más raros y persistentes se pueden resolver de manera eficaz y eficiente sin pelear, si se consigue comprender y aprovechar la lógica subyacente a ellos.

BÊTENOIRE:UN CASO DE SUPUESTA DEPRESIÓN CLÍNICA


Un lunes por la mañana a primera hora, la señora Dawson llamó a nuestro gabinete para pedir una cita urgente para Kelly, su hija de 12 años, que durante el fin de semana había amenazado con suicidarse. Su madre, preocupada, dijo que la había remitido a nosotros la señora Hamilton, orientadora del instituto al que asistía Kelly, pues temía que la niña estuviera atravesando una depresión clínica. Todo el centro escolar se hallaba muy preocupado por el cambio radical de actitud que en los últimos meses había experimentado Kelly. Era una alumna brillante, muy activa siempre en las actividades de su clase y del instituto. En los últimos seis meses, su trabajo académico también había empezado a resentirse, además de sus amistades más estrechas.

La madre de Kelly confesaba que, en un principio, tanto ella y su marido como los profesores supusieron que era una faceta normal del crecimiento, pero poco a poco Kelly empezó a retirarse de todo, incluso de las cosas que le gustaban, como el deporte, las excursiones, quedar con sus mejores amigos o ir a ver a sus queridos abuelos. Kelly pasaba horas en su habitación completamente a oscuras, apartada del mundo.

La señora Hamilton trató de hablar con Kelly, pero todo empeoró en los últimos cuatro meses. Consideraba que Kelly estaba deprimida. La orientadora del centro no podía explicar este comportamiento porque la familia de Kelly era muy cariñosa y estaba muy unida y no parecía haber ninguna razón para que la niña se preocupara o tuviera un comportamiento depresivo. Parecía que no había «porqués» que justificaran su actitud retraída. Todo el mundo estaba alarmado ante este cambio inexplicable.

Sus padres y profesores trataban deanimar a Kelly ahablar de su problema, pero eso llevó a la niña a replegarse más aún. El instituto acabó convirtiéndose en un interrogatorio continuo y, por tanto, en una auténtica tortura para la niña. Finalmente empezó a faltar al centro. La profesora, junto con sus padres, trataron deorganizar su trabajo escolar para que sus amigos fueran a visitarla y animarla. Pero nada funcionó. Se encerraba en su habitación y dejaba a sus amigos abajo, con sus padres. Todos los miembros de la familia, e incluso sus profesores, habían acabado envueltos en el problema, tratando de resolverlo. La señora Dawson se asustó cuando (durante el fin de semana) Kelly declaró que no quería ir al instituto, que no podía soportar todas las presiones y que quería morirse. Así que lo primero que hizo aquel lunes por la mañana, después de pasar una noche de sufrimiento y siguiendo el consejo de la señora Hamilton, fue llamar a nuestro gabinete.

A Kelly se la trató aplicando el modelo que esbozaremos en este libro. Aunque respondió muy bien a la terapia, descubrimos que se alcanzaron los resultados de forma tan rápida y efectiva porque todas las personas significativas que rodeaban a Kelly «tiraban de la misma cuerda y en la misma dirección». Aunque quien iba a la terapia era la niña, se a