Introducción
Según la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito, UNACC, las cooperativas de crédito «son entidades de crédito y depósito cuya función es atender las necesidades financieras de sus socios, que son al mismo tiempo clientes, además de a terceros. Tienen, por tanto, un doble carácter: son sociedades cooperativas y al mismo tiempo son entidades financieras, y, como tales, están sometidas a un marco normativo idéntico al de los bancos privados y las cajas de ahorros en cuanto a supervisión y capacidad operativa, aunque con las diferencias derivadas de su carácter cooperativista, como, por ejemplo, las restricciones en cuanto a sus operaciones crediticias, que se centran fundamentalmente en los socios»1.
El origen de las cooperativas de crédito se sitúa en el crédito rural. Alemania tiene una larga trayectoria en este campo desde mediados del sigloXIX y el éxito de sus instituciones se extendió a Italia, Austria y los Países Bajos (Guinnane, 2009, pp. 91–94). En España, las primeras experiencias del crédito cooperativo, según R. J. Palomo y C. Valor2, datan de 1858. En ese año se creó la Cooperativa de los Papeleros de Buñol que, aunque no tenía un estatuto jurídico de cooperativa de crédito, lo era a hechos prácticos. En 1865 se fundó el Manantial de Créditos en Madrid, que se conoce como la primera cooperativa de crédito propiamente dicha. Posteriormente, se crearon otras que estuvieron reguladas según la normativa de 1869, una ley de escasa vigencia que liberalizó la creación de bancos de emisión. Al parecer, la influencia alemana es clara en España y a principios del sigloXX se crearon las primeras cajas rurales. En 1926 había en España más de quinientas cajas rurales; sin embargo, fue a finales de los años cincuenta y durante los años sesenta cuando el sector de cajas rurales y cajas populares y profesionales se revitalizó.
La historia de Caja de Ingenieros es la historia de una cooperativa de crédito fundada en 1967 y concebida para dar servicio al colectivo profesional de los ingenieros industriales de Cataluña. Hoy, la entidad representa una de las instituciones financieras más sólidas y solventes del sistema financiero español; su expansión territorial, aunque incipiente, modesta y prudente, se ha acelerado en los últimos