Introducción
Los instrumentos de cuerdas frotadas (violín, viola, violonchelo y contrabajo) conocidos como integrantes de la familia del violín, han estado presentes en casi todas las agrupaciones existentes en el arte de la interpretación y la composición musical a través de todas las épocas: los instrumentos de arco o cordófonos conforman la sección más grande dentro de la orquesta sinfónica, constituyen en sí mismos una agrupación sin igual como orquesta de cuerdas, son clásicos del cuarteto de cuerdas (dos violines, viola y violonchelo) desde el sigloxviii, y cada instrumento es potencialmente combinable dentro y fuera de su propia familia. Casi todos los compositores, a través de los tiempos, le han dedicado una parte importante de su creación a estos instrumentos, particularmente, en sus inicios, al violín y al violonchelo y posteriormente, al resto de ellos.
La composición para instrumentos de cuerdas frotadas en Cuba transita ya por varios siglos de creación. Un recorrido por la historia musical en nuestro país nos lleva a rememorar nombres aislados como Esteban Salas (1725-1823), José White (1836-1918) o Claudio Brindis de Salas (1852-1911), en los siglosxviii yxix; más adelante, en la década de 1920, se escucharon otros compositores e intérpretes de las cuerdas como Alejandro García Caturla (1906-1940) y Amadeo Roldán (1900-1939), quienes revolucionaron el ambiente musical del momento acorde con el contexto en que coexistieron.
El sigloxx en Cuba puede considerarse, hasta el momento, el más trascendente en la creación de composiciones para instrumentos de cuerdas frotadas tanto por la cantidad y calidad de obras escritas como por la versatilidad estilística, de formatos, técnicas y estructuras. En el convulso acontecer histórico universal del arte, la música va adoptando disímiles escenarios a los que los compositores reaccionan de manera diversa y creativa: las propuestas iniciales de Roldán y Caturla; el Grupo de Renovación Musical (1942-1948); la creación de agrupaciones sinfónicas y de cámara en la primera mitad de la centuria y el cambio político-cultural que acontece en la segunda, desencadenan en el incremento del desarrollo de la composición, la interpretación musical y la enseñanza artística, lo que incide directamente en los instrumentos de cuerdas frotadas.
El auge en la creación musical en Cuba debe,