: Abel Enrique González Santamaría
: La gran estrategia. Estados Unidos vs América Latina
: RUTH
: 9789592115897
: 1
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: Sozialwissenschaften allgemein
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El autor brinda una visión integral del origen y evolución de la nación norteamericana, en la que se entrelazan aspectos económicos, políticos, ideológico, culturales y militares, a partir del ideario de 44 administradores, desde George Washington hasta Barack Obama.

CAPÍTULO II. La formación del imperialismo norteamericano (1865-1945)



La reconstrucción del Sur y el desarrollo monopolista


Con la muerte de Lincoln asumió la Casa Blanca su vicepresidente Andrew Johnson (1865-1869), quien retomó el camino de la expansión territorial y en 1867 le compró a Rusia la zona de Alaska por 7 200 000 dólares. Con esta adquisición quedó conformado hasta la actualidad el territorio continental de Estados Unidos.

Se inició una nueva etapa de reconstrucción del país, caracterizada por la creación de los monopolios, la hegemonía financiera sobre los demás sectores y la rivalidad acentuada por la captación de mercados de capital y fuentes de materias primas. También se acentuaron los conflictos políticos, la corrupción en el gobierno y se desencadenó un virulento racismo.

En diciembre de 1865 el Congreso ratificó la 13ª Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, por la cual fue abolida la esclavitud. Para junio de 1868 se había readmitido en la Unión a la mayoría de los exestados confederados. En las legislaturas de Louisiana y Carolina del Sur, los afroestadounidenses ganaron la mayor parte de los escaños, lo que provocó que muchos blancos del Sur, al ver amenazada su hegemonía política y social, recurrieron a medios ilegales para impedir que los afroestadounidenses trataran de alcanzar sus reclamos de igualdad de derechos. Surgieron así las sectas secretas para defender la supremacía blanca. Entre las más siniestras estuvo el Ku Klux Klan que se fundó el 15 de diciembre de 1865 en Pulaski, estado de Tennesse.

Las necesidades de la Guerra Civil fueron un enorme acicate para el desarrollo del Norte; se fomentó la energía eléctrica, la explotación del hierro y el avance de la inventiva y las ciencias. Mientras, amparadas en el proteccionismo, se incrementaban las industrias del hierro y el acero. Luego, terminado el conflicto bélico, la burguesía yanqui se lanzó a un desenfrenado proceso de inversión de capitales en las regiones del sur y el oeste de la Unión. Uno de los empeños más importantes fue la culminación del primer ferrocarril intercontinental (1869), que vinculó de “costa a costa” al país, con lo cual surgió entonces un verdadero mercado nacional unificado.103

El 10 de mayo de 1869, siete años después de haberse comenzado los tr