DESCOMPONER LA REALIDAD
El arte abstracto no surge de la nada; todo lo contrario, es el resultado de un meditado proceso de descomposición de las formas de la naturaleza. La interpretación abstracta de un objeto o concepto puede ser sólo ligera, parcial o completa, ya que la abstracción no siempre es radical sino que presenta una graduación. El artista que pretende introducirse en el difícil campo de la interpretación abstracta debe aprender primero a transformar los modelos reales en recreaciones sintéticas, donde se alteran los colores y la forma de manera evidente, conservando algunas trazas que hacen el modelo reconocible. Por lo tanto, el arte abstracto no debe verse, necesariamente, como un concepto opuesto al arte figurativo, sino como un ejercicio donde el autor se toma algunas libertades, mezclando los colores sin ninguna restricción, plasmando formas con relaciones libres entre ellas, desligadas de la servidumbre del parecido con el modelo real. En este primer apartado, se explican las estrategias básicas a las que puede recurrir un artista para transformar un modelo real en abstracciones parciales o completas.
El primer paso para pintar abstracto es aprender a sintetizar, reducir la información visual en unidades más simples, trabajando las zonas de forma general sin ocuparse de los detalles. Existe un proceso de depuración, de simplificación de los colores y, casi sin quererlo, la realidad se ve transformada y plasmada en una representación que está a medio camino de la abstracción. Se empieza por sintetizar cada zona del modelo en un área de color, más o menos plana o uniforme. A