El crimen
El crimen
Nada auguraba la tragedia
La Habana, una de las más bellas y apacibles capitales del planeta, amaneció resplandeciente aquel 4 de septiembre de 1997. Era jueves. Desde muy temprano, las calles se llenaron de niños y jóvenes que iban para sus escuelas. Hombres y mujeres marchaban para sus centros de trabajo o emprendían otros quehaceres cotidianos. Mientras, millares de vacacionistas procedentes de todas partes del mundo disfrutaban del sol, de las transparentes aguas marinas y del trato afable de los cubanos. Nada parecía augurar la tragedia que avanzaba guardada en la mochila de un mercenario con disfraz de turista.
En el Hotel Copacabana, tres amigos de la infancia se decían hasta pronto. Enrico y Francesca, enamorados y felices, se despedían de Fabio. Italia sería el lugar de su próximo encuentro. Poco después del mediodía, en un segundo, se rompieron los planes. Sucedió la explosión y la muerte.
Las ruidosas sirenas de los autos policiales interrumpieron la placidez y el silencio de las calles del barrio de Miramar. Aullantes ambulancias corrían raudas por la Quinta Avenida hacia la Clínica Central Cira García en busca de auxilio para los lesionados.
Al llegar a la clínica, Fabio había dejado de existir. Giustino Di Celmo no podía creerlo. Fabio, el más pequeño de sus hijos, estaba muerto.
En la tarde, una nota del Ministerio del Interior de la República de Cuba, redactada con sobriedad y mesura, daba a conocer la información preliminar sobre el bárbaro atentado terrorista y la muerte del joven italiano:
Nota del Ministerio del Interior
Los hoteles capitalinos Copacabana, Chateau y Tritón fueron víctimas este jueves en horas del mediodía de nuevos actos de terrorismo, similares a los denunciados por el Gobierno cubano recientemente, los cuales esta vez provocaron la muerte del ciudadano italiano Fabio Di Celmo, comerciante de 32 años de edad, quien se encontraba en la primera de estas instalaciones, además se registraron daños en ventanales e interiores.
Estos hechos se insertan en las actividades terroristas organizadas, suministradas y desarrolladas desde Estados Unidos contra las instalaciones turísticas cubanas con el propósito de dañar el turismo internacional y afectar uno de los principales renglones económicos del país, lo que se cor