: Santiago Pons, Eva Pascual, Jordi Pons, Mercè Garcinuño
: Artes& Oficios. Tapicería Las técnicas de la tapicería expuestas con rigor y claridad
: Parramón Paidotribo S.L.
: 9788434243736
: & Oficios
: 2
: CHF 15.20
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: Handarbeit, Textiles
: Spanish
: 160
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
La tapicería es una disciplina de primera línea que contribuye, con otras, a la creación de mobiliario y de diversos elementos relacionados. Este libro explica de manera didáctica y rigurosa las técnicas fundamentales de la tapicería. Se tratan de forma pormenorizada las técnicas tradicionales, desde las más asequibles hasta las más elaboradas, como el capitoné; así como otras técnicas actuales y las de rejilla. Tras una breve introducción a la historia del mueble tapizado, se muestran los materiales y herramientas más empleadas; y a continuación, se explican con detalle todos los procesos técnicos. En el último capítulo, a manera de ejemplo, se muestra paso a paso su aplicación en el tapizado de distintos muebles.

Santiago Pons Ferrer es tapicero y cuenta con más de 50 años de oficio. Su aprendizaje se inició en los más prestigiosos talleres de Barcelona, y luego fundó el actual Taller de Tapicería Artesanal Pons, en esta misma ciudad. Tiene el título de Maestro Artesano de la Generalitat de Catalunya desde el año 2007, en reconocimiento a su trayectoria profesional y docente, su maestría y excelencia en el oficio del tapizado. Ha impartido clases de tapicería durante más de 15 años en las principales escuelas de restauración de Catalunya, así como clases privadas. Jordi Pons Cort es hijo de Santiago y continuador del taller de tapicería, en el que se inició. Trabaja en éste desde hace 30 años y actualmente es el titular. Compagina las técnicas artesanales y tradicionales con las más novedosas e innovadoras, investigando constantemente en la búsqueda de materiales de alta calidad para desarrollar ambos tipos de trabajos. El taller trabaja tanto en la restauración de tapicería para instituciones, anticuarios y particulares como en la creación de tapicería para interioristas y diseñadores. Mercè Garcinuño es especialista en las técnicas de rejilla y anea aplicadas al mobiliario, y cuenta con más de 10 años de experiencia profesional. Es colaboradora habitual del taller de tapicería Pons, tanto en la restauración de muebles antiguos como en la creación de mobiliario actual. Eva Pascual i Miró es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona, especializada en Museografía, Diseño y Acondicionamiento por la Universidad Politécnica de Catalunya y en Conservación Preventiva por la Universidad Autónoma de Catalunya. Por tradición familiar se inició en el conocimiento de las antigüedades, sobre todo en el mueble catalán en particular y el mobiliario medieval en general, así como en artes decorativas medievales, temas sobre los que ha desarrollado sus trabajos de investigación. Su trayectoria profesional se ha llevado a cabo, entre otros, en diversos museos e instituciones culturales de Catalunya, en los que ha documentado colecciones de mobiliario y artes decorativas, y ha trabajado gestora del patrimonio y coordinadora de exposiciones. Ha escrito numerosos artículos sobre artes decorativas y mobiliario medievales catalanes e impartido cursos sobre historia, documentación y criterios de restauración de mobiliario. Es miembro del consejo de redacción de la revista Estudi del Moble y colabora asiduamente con otras publicaciones periódicas. Es coautora de otros títulos pertenecientes a esta misma colección.

Breve historia de la tapicería

Los tejidos de uso doméstico más básicos han sido, tradicionalmente, producto de los telares domésticos. Frente a esta producción derivada de la más estricta economía, las manufacturas destinadas al comercio han desarrollado técnicas y decoraciones específicas que encarecían considerablemente los resultados.

La Edad Media

Este hecho resulta evidente sobre todo en la Edad Media, cuando las distancias y las limitaciones de las vías de comunicación convertían en extraordinarias las alfombras orientales y los productos de los telares de Persia, Bizancio y Córdoba. Los potentados occidentales los codiciaban, y pagaban enormes sumas por ellos para emplearlos como cortinajes murales. También los paños ricos se extendían sobre los muebles, ocultándolos en muchas ocasiones, habida cuenta de la mayor consideración que les otorgaban su valor y su rareza sobre las estructuras, armadas con maderas locales fáciles de obtener.

Tan extraordinarias eran las telas de lujo, tan costosas, que enseguida les fueron atribuidos valores simbólicos e ideológicos precisos, algunos religiosos, relacionados con la liturgia, y otros emblemáticos, asociados a la monarquía y al honor del que era acreedora la nobleza. Así, lacathedra de las jerarquías eclesiásticas, propia del papa y los obispos, se comenzó a cubrir con un lienzo blanco hacia el siglo III para separar sus cuerpos de la materialidad de la base y así sacralizar sus personas. También el carácter sagrado de los monarcas, como representantes de Dios en la Tierra, se significó merced a los tejidos, que tempranamente revistieron los tronos. Se aprecian en los de los emperadores bizantinos y, a imitación de éstos, en los de los reyes europeos. Elpulvinus, almohadón de estirpe clásica, también se asocia al poder: flanquea los asientos y ofrece reposo a los pies, con el mismo significado de los escabeles mencionados en la Biblia, que simbolizan la tierra y los enemigos sobre los que Yavé y los reyes del pueblo judío ejercían su poder: “El cielo es mi trono y la tierra el escabel de mis pies” (Hechos 7:49). Las cortinas separaban en las iglesias el espacio reservado a Dios del de los fieles. Y, en el aula regia, el delbasileus bizantino y el de los emperadores y reyes del de sus súbditos.

Quizá sean loscielos de tela, trasposición de la bóveda celeste en la que habita la divinidad, el elemento textil más característico de la Edad Media. Cubrían los asientos de honor y las camas. La pintura ofrece cientos de representaciones, que incluyen desde las meras piezas de tela dobladas en ángulo recto y suspendidas de manera precaria del techo, hasta los más prolijamente confeccionados, guarnecidos con goteras –cenefas perimetrales colgantes– y flocaduras de remate y colgados de bastidores de madera o metal.

La estricta separación de la vida pública, condicionada por una forma de presentarse en público que obligaba a someter los gestos y movimientos a los dictados de la dignidad y la severidad,