INTRODUCCIÓN
TODO TIENE UNA HISTORIA...
En ninguna otra situación como en el duelo
el dolor producido es total:
es un dolor biológico (duele el cuerpo),
psicológico (duele la personalidad),
social (duele la sociedad y su forma de ser),
familiar (nos duele el dolor de otros)
y espiritual (duele el alma).
En la pérdida de un ser querido duele el pasado,
el presente y, especialmente, el futuro.
Toda la vida en su conjunto duele.
JORGEMONTOYA CARRASQUILLA
Recuerdo...
Sí, déjame que te cuente...
Sí, recuerdo el origen del interés por el tema del duelo, por el asunto de lo que en el Centro de Humanización de la Salud hemos dado en llamar «las pulgas del duelo», y el origen de la chispa que se ha encendido en mí para identificar cada una de ellas antes de emprender la investigación científica con mis compañeras Marta y Marisa.
Fueron mis estudios en Roma, en particular una asignatura monográfica que impartía el profesor A. Pangrazzi, lo que me abrió la curiosidad por el tema en el ya remoto 1989. Tardé poco en planificar la creación de un Centro especializado en intervención en duelo, que vería la luz en Madrid en 1997, con dos humildes espacios para acoger dolientes, un teléfono y un puñado de voluntarios, junto con un psicólogo contratado a media jornada.
Me había metido de bruces en el duelo anticipado, acompañando a personas al final de la vida y sus familias, particularmente a enfermos de sida, que por aquellos años tenían una esperanza de vida muy reducida.
El encuentro con una madre cuyo hijo se había suicidado, y que acogía a otras en la misma situación en su casa para ayudarse recíprocamente, sin teorías ni métodos, fue una feliz coincidencia. Aumentaron los dolientes, los voluntarios y...
No contábamos entonces con la literatura de hoy. La mayor parte de los autores que hoy consideramos referentes al haber divulgado diferentes modelos interpretativos, explicativos y propuestas e intervención en duelo no habían escrito aún, o no habían sido traducidos sus libros a nuestra lengua. Ciertamente, algo ha pasado en estas últimas dos décadas. Algo bueno en relación con la cultura sobre el duelo. Un proceso humanizador.
En el verano de 2005, un fallecimiento en mi mundo próximo me cargó de saludable rabia. Fue el novio de mi sobrina. Tenían casi todo listo para casarse y yo... su padrino. No fue así. Un inesperado accid