: Jacques Dupuis, Gerard O'Connell
: No apaguéis el espíritu. Conversaciones con Jacques Dupuis Conversaciones con Jacques Dupuis
: PPC Editorial
: 9788428834940
: 1
: CHF 9.00
:
: Biographien, Autobiographien
: Spanish
: 504
: Wasserzeichen
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Este libro-entrevista es el último testamento del P. Jacques Dupuis, el reconocido teólogo y pionero jesuita de origen belga que murió hace quince años en Roma. Según el vaticanista Gerard O'Connell, este trabajo podría reabrir o, al menos, contribuir significativamente a la reapertura del debate teológico sobre un tema de gran relevancia en el que todavía queda mucho por comprender: el diálogo interreligioso. Esta es una larga y sustanciosa conversación con el prestigioso jesuita cuya obra principal, 'Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso', suscitó un vivo debate que incluso le llevó a un 'proceso' por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, a cuya cabeza se encontraba entonces Joseph Ratzinger...

Jacques Dupuis, SJ, nació en Bélgica en 1923. Fue profesor de la Facultad de Teología de Delhi y en la Facultad de Teología de la Universidad Gregoriana, de Roma. Su obra principal, Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso suscitó un vivo debate en el contexto del diálogo interreligioso, debate que incluso le llevó a un 'proceso' por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, a cuya cabeza se encontraba Joseph Ratzinger.

INTRODUCCIÓN


 

Este libro-entrevista es el último testamento del P. Jacques Dupuis, el reconocido teólogo y pionero jesuita de origen belga que murió hace quince años en Roma. Lo considero un trabajo de importancia histórica y creo que podría reabrir o, al menos, contribuir significativamente a la reapertura del debate teológico sobre un tema de gran relevancia en el que todavía queda mucho por comprender.

En esta breve introducción explicaré tanto la génesis como la historia de este libro. Dado que el P. Dupuis murió en diciembre de 2004, los lectores sin duda querrán saber por qué se ha tardado tanto tiempo en publicarlo. La pregunta pide una respuesta; la daremos aquí.

Tuve mi primera conversación larga con el P. Dupuis en octubre de 1998, semanas después de que la vaticana Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida entonces por el cardenal Joseph Ratzinger, informara a sus superiores jesuitas de que se había abierto una investigación sobre su revolucionario trabajoHacia una teología cristiana del pluralismo religioso(orig. inglés: Maryknoll,NY, Orbis Books, 1997). El libro, traducido ahora a muchas lenguas, discute la relación entre el cristianismo y las otras religiones mundiales y explora qué lugar tienen estas en el plan divino de salvación de la humanidad.

Dupuis había sido consultor del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso (1984-1995) y un profesor muy estimado en la Pontificia Universidad Gregoriana (de ahora en adelante «la Gregoriana»), donde sus clases atraían a una numerosa audiencia. Vino a la Gregoriana en 1984 para dedicarse a la enseñanza a tiempo completo después de haber pasado treinta y seis años en la India, donde había sido profesor de Cristología, lo que más tarde él describiría como «la única pasión de mi vida». En la India también actuó como uno de los principales asesores de la Conferencia Episcopal India y produjo, primero en colaboración con el P. Josef Neuner y después en solitario, la monumental y largamente apreciada obraThe Christian Faith in the Doctrinal Documents of the CatholicChurch [La fe cristiana en los documentos doctrinales de la Iglesia católica].

Cuando la CDF abrió su investigación, yo era el corresponsal en Roma deThe Tablet(un semanario católico internacional con sede en Londres) y de la Unión Católica de Noticias Asiáticas (en inglés, UCAN), la principal agencia de noticias en Asia. Los dos organismos estaban muy interesados en el caso, como lo estaba yo también. De ahí en adelante y hasta tres días antes de su muerte estuve en contacto frecuente con el P. Dupuis. Lo visité a menudo en la Gregoriana. Cenamos juntos muchas veces, normalmente en el comedor de la comunidad. Conversábamos durante horas sin término, cara a cara o por teléfono. Fui testigo de cómo sufrió en esos últimos años de su vida, no solo durante el período de investigación de su libro (desde septiembre de 1998 hasta febrero de 2001), sino también en los años posteriores a su conclusión, y hasta la víspera de su muerte, cuando él sentía que estaba permanentemente vigilado por la CDF y por los que estaban relacionados con ella.

En esos años también vi su profunda, inquebrantable fe en Jesucristo y su incredulidad cuando los oficiales de la Congregación, actuando en nombre de la Iglesia, le acusaron de haber incurrido en error doctrinal,