: Roberto Santiago
: La aventura de los Balbuena en el lejano Oeste
: Ediciones SM
: 9788467587258
: Los Forasteros del Tiempo
: 1
: CHF 6.20
:
: Abenteuer, Spielgeschichten, Unterhaltung
: Spanish
: 232
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
El autor y el ilustrador de Los Futbolísimos presentan una nueva serie: Los Forasteros del Tiempo. Todo empezó, como casi siempre ocurre, un día normal y corriente. Habíamos ido al hiper de mi barrio a comprar unas bicis. Mi padre, mis dos hermanos y mi vecina Mari Carmen con su hija María. Seis Kawasakis 3 W2, preciosas, rojas, relucientes. Estábamos en mitad del parking, subidos en nuestras bicis, preparados para pedalear, cuando de repente ocurrió: un ruido en el cielo, un tremendo resplandor blanco, un rayo que cae y de pronto... estábamos en el Black Rock. En el corazón del salvaje oeste. La aventura acababa de comenzar.

Roberto Santiago nació en Madrid en 1968. Estudió Imagen y Sonido en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid y Creación Literaria en la Escuela de Letras de Madrid.Ha sido guionista de televisión, redactor para agencias publicitarias de Madrid, realizador de vídeo clips y ha publicado varias novelas. Entre otras, la colección Los Futbolísimos, un fenómeno editorial que se ha convertido en una de las colecciones de literatura infantil más vendidas en nuestro país en los últimos años, y que ha sido traducida a varios idiomas. Su primera novela, El ladrón de mentiras, fue finalista del Premio El Barco de Vapor. Y ganó el Premio Edebè de Literatura Infantil con Jon y la máquina del miedo. Recientemente ha comenzado la saga Los forasteros del tiempo.Ha escrito y dirigido, entre otras, las películas El penalti más largo del mundo (nominado al Goya al Mejor Guión), El club de los suicidas (basada en la novela de Robert Louis Stevenson), Al final del camino (rodada íntegramente en el camino de Santiago), la coproducción internacional El sueño de Iván (patrocinada por Unicef por su valores para la infancia), o la comedia de terror independiente La Cosecha (premio al mejor film en el Festival de Terror de Oregón). Su cortometraje Ruleta participó en la Sección Oficial del Festival de Cannes. Además, ha colaborado como director y guionista en varias series de televisión.En teatro ha escrito las adaptaciones de Ocho apellidos vascos y El otro lado de la cama (premio Telón al Autor Revelación). Así como los textos originales Share 38 (premio Enrique Llovet), Desnudas (accésit Premio Sgae), La felicidad de las mujeres, Topos, El lunar de Lady Chatterley o Adolescer 2055.

El supermercado más grande de mi barrio se llama Dos Torres.

No tengo ni idea de por qué se llama así, la verdad. Es un edificio de una sola altura, y no tiene ni una torre, ni dos torres, ni nada que se parezca a una torre.

Aquel domingo, toda la familia fuimos a comprar.

Con nosotros vinieron nuestras vecinas: Mari Carmen y su hija María.

De María ya he hablado antes.

Somos vecinos.

Vamos al mismo colegio.

A la misma clase.

Es muy simpática y muy guapa.

Siempre me gana a la Play.

Cuando me gana, sonríe y aparecen sus dos hoyuelos a ambos lados de la boca.

A mí me encanta mirar esos hoyuelos.

Aunque eso nunca se lo he dicho.

Su madre, Mari Carmen, es muy amiga de mi padre.

Muchos fines de semana hacemos planes todos juntos, como ir de excursión, o a visitar monumentos, o ir al zoo, o a muchos otros sitios.

–Venga, Sebastián, reconoce que hago la mejor paella con conejo del mundo –dijo un día Mari Carmen.

Ese domingo habían venido a comer a casa, y Mari Carmen había hecho paella.

–Ya te digo –respondió mi padre.

Luego, los dos se fueron a la cocina a fregar los platos.

–Tu madre está coladita por mi padre –dijo mi hermana mirando a María.

Ella enseguida contestó:

–¡Pero qué dices, si es al revés! Tu padre no hace más que mandar mensajes a mi madre a todas horas.

–Eso es mentira –respondió Susana–. Tu madre se pasa el día viniendo a nuestra casa con postres y comidas, buscando excusas para acercarse a mi padre.

–¡Por favor! –dijo María–. Pero si tu padre nos invita todas las semanas a alguna excursión o a dar un paseo por el campo o lo que sea.

–Bueno –intervine yo–. A lo mejor es cosa de los dos.

–¡Lo que me faltaba por oír! Que te pongas de su parte –dijo Susana–. Claro, como María también va detrás de ti, pues estás ciego. De tal palo, tal astilla. La madre y la hija persiguiendo a los Sebastián Balbuena, una al padre y la otra al hijo.

–¡Te has pasado, Susana! –dije yo, que me había puesto rojo como un tomate.

María miró a otra parte, sin decir nada.

–Vaya, vaya, vaya –dijo mi hermano Santi mientras chateaba por el móvil, tirado en el sofá–. Yo creía que eran papá y el enano los que estaban babeando detrás de las vecinitas.

–¡Santi! –dije yo.

–No le hagas ni caso –dijo mi hermana–. Santi no tiene ni idea. Son ellas dos. Además, mira: María se queda callada porque sabe que estoy diciendo la verdad.

–Si me quedo callada es por una sola razón –dijo María muy tranquila–: porque cuando una niña pequeña dice tonterías, es mejor no responder.

Susana y María casi siempre están picadas.

María solo tiene un año más que Susana, pero le encanta recordarle que es mayor.

Susana es un poco listilla y se mete con ella por cualquier motivo.

El caso es que se pasan el día discutiendo.

Yo intento no meterme en medio.

–¡Ja! –dijo Susana–. Pues que sepas una cosa: con mi hermanito Sebas no tienes nada que hacer. Todo el mundo sabe que le gusta Raquel Pastor, de 5º B.

¿¡Eh!?

¿Raquel Pastor?

¿A mí?

Raquel era una pelirroja de mi colegio con la que a veces iba a montar en monopatín, y una vez también habíamos ido juntos al cine.

Vale, otra vez había ido a estudiar matemáticas a su casa; pero eso no tiene nada que ver.

Raquel Pastor no me gustaba nada de nada.<