Capítulo uno
Neuropsicología aplicada a la educación
Funcionamiento neurológico
Cada cerebro humano es único e irrepetible. Cada cerebro humano es como una huella digital, una misma experiencia activa, una constelación única de neuronas en cada persona; de ahí surgen las emociones diferentes ante una misma situación o las reacciones únicas frente a condiciones aparentemente iguales.
El cerebro es un maravilloso sistema coordinador de la información interna y externa, que puede procesar unos mil millones de datos por segundo. Los datos internos proceden de todos los sistemas orgánicos como el cardiovascular, digestivo, respiratorio, muscular, etc. El cerebro coordina el adecuado equilibrio orgánico mediante procesos automáticos e inconscientes, realizados con una eficacia sorprendente.
Cuando analizamos la multifuncionalidad simultánea del cerebro, nos damos cuenta del milagro ejecutivo que realiza. La información externa la integran todos los estímulos procedentes del medioambiente y es captada por todos los sentidos externos: vista, oído, tacto, gusto y olfato. Es tal la cantidad de datos que solicitan atención del cerebro, que este requiere de filtros organizadores. Normalmente, la información generada por los sentidos internos tiene prioridad de aceptación sobre los externos, aunque la fuerza del estímulo es la que establece el orden de atención cerebral.
Para realizar tantas funciones y tan complejas, el cerebro necesita una ingente cantidad de energía. De hecho, “devora” la energía del cuerpo, pues utiliza el 20 % del total, aunque representa solo el 2,5 % del peso corporal.
Funcionamiento neuronal
La neurona es la unidad de este complejo mecanismo de control. Recibe impulsos electromagnéticos y emite respuestas de forma inmediata o dilatada a cada estímulo que absorbe, además de memorizar la información a fin de utilizarla en situaciones posteriores semejantes. Este circuito facilita la respuesta automática y permite al cerebro atender conscientemente a otros estímulos nuevos o más complejos.
Las neuronas funcionan bajo un principio rítmico: se activan o se desactivan de manera completa, sin importar la intensidad del estímulo recibido. Cada persona tiene un nivel de sensibilidad específico, que marca la diferencia de la respuesta ante los estímulos internos o externos. Un mismo sonido, por ejemplo, puede ser captado de forma diferente por dos cerebros y, en consecuencia, responder de manera diferente.
Ante un nuevo reto, el cerebro activa una serie de neuronas para dar una respuesta adecuada. Este grupo de neuronas forma un circuito neurológico que necesita reforzarse para que no tenga que realizar la misma inversión de energía que la utilizada en el primer desafío. Conforme un circuito neurológico es requerido con mayor frecuencia, este automatiza su respuesta. La automatización hace posible que el cerebro emplee menos energía y menos atención, lo cual permite que pueda dedicar esos recursos a la resolución de un reto más complejo.
La mielina