: Emilia Pardo Bazán
: Marina Mayoral
: Dulce dueño
: Castalia
: 9788497409070
: 1
: CHF 8.00
:
: Erzählende Literatur
: Spanish
: 320
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
NUEVA EDICIÓN ACTUALIZADA POR MARINA MAYORAL. Natalia Mascareñas tiene un carácter labrado por durísimas condiciones de soledad y abandono. Rechazada desde su nacimiento, responde del mismo modo, hasta que una herencia inesperada le va a permitir disfrutar de todo lo que injustamente le ha sido negado. Pero, por encima de todo, ella busca la felicidad y rechaza a quien le impone cualquier tipo de cadena o norma, y su mayor deseo es un amor perfecto, un pretendiente que, a la altura de sus ambiciones, sea capaz de sacrificarse hasta la muerte por la persona amada. Ella se sabe exigente, pero no engaña; pide la perfección que también se exige a sí misma. Esta búsqueda del amor absoluto provocará una tragedia... Y, en su intento de reparar el mal causado, Natalia se cuenta de que ese amor es posible, que hay un Dulce Dueño al que puede unirse, aunque para la sociedad lo sucedido sea un crimen o una prueba de locura. Dulce Dueño es la última novela larga de Emilia Pardo Bazán, una de las grandes damas de nuestra literatura. En ella cuestiona la educación sexual y moral de las mujeres de su tiempo y, por el tratamiento que da al tema amoroso, se configura como el testamento literario de la autora. Y ahora, gracias a esta edición detallada de Marina Mayoral, el lector puede degustarla como se merece.

EMILIA PARDO BAZÁN (16-9-1851 / 12-5-1921). Noble, aristócrata y escritora española, nacida en La Coruña, su nombre completo era Emilia Pardo-Bazán y de la Rúa-Figuero. Recibió una educación inusual para las mujeres de aquella época, que se limitaban a la música y la pintura gracias a su padre que creía en los derechos de las mujeres. Se casó a los 16 años y se trasladó a Madrid. Escribió en todos los géneros literarios (novela, periodismo, ensayo, crítica literaria, poesía, teatro, traducción, edición) y además fue conferenciate e introductora del naturalismo en España. Además fue precusora en sus ideas acerca de los derechos de las mujeres, reinvindicando la instrucción de las mujeres como algo fundamental, dedicando gran parte de su vida a defenderlo públicamente. Una de sus obras más conocidas es la novela Los pazos de Ulloa (1886) y otras publicadas en Castalia son: Madre Naturaleza (1887), La sirena negra (1908) y Dulce dueño (1911)

INTRODUCCIÓN

 

VIDA Y OBRA

Infancia y adolescencia

Nació Emilia Pardo Bazán el 16 de septiembre de 1851, en A Coruña, en el seno de una familia de clase social alta y desahogada economía. Ve la luz en la calle de Riego de Agua, pero pronto la familia se traslada a la casa de la calle Tabernas, donde hoy tiene su sede la Real Academia Gallega y la Casa Museo de la escritora.

Las noticias más interesantes sobre sus primeros años nos han llegado a través de la misma pluma de doña Emilia, que evoca su infancia, adolescencia y juventud en losApuntes autobiográficos que publicó como prólogo a la primera edición deLos Pazos de Ulloa.1

Doña Emilia fue una niña feliz. Su madre, doña Amelia de la Rúa, era una mujer cariñosa y de buen carácter. Su padre, don José Pardo Bazán, de talante liberal y comprensivo, no se opuso nunca a la vocación literaria de su hija, sino que la impulsó y favoreció. Según se desprende de los recuerdos de la escritora, era un hombre que veía con simpatía las reivindicaciones feministas.

La educación de la niña, hija única, fue la propia de la época y de su clase social, con la única particularidad de que, desde muy pronto, se despertó en ella el gusto por la lectura, que pudo satisfacer sin cortapisas. En la casa hay una buena biblioteca donde la pequeña Emilia entra a saco:

Era yo de esos niños que leen cuanto cae por banda, hasta los cucuruchos de especias y los papeles de rosquillas; de esos niños que se pasan el día quietecitos en un rincón cuando se les da un libro, y a veces tienen ojeras y bizcan levemente a causa del esfuerzo impuesto a un nervio óptico endeble todavía. (p.14)

Doña Emilia siempre bizqueó un poco y se ve que atribuía ese rasgo a sus tempranas e intensas lecturas. No parece que le diera demasiada importancia, ni que lo lamentara. El placer de leer se sobrepone a su coquetería o quizá pensaba, como dirá Sender de la princesa de Éboli, que un ligero estrabismo hace más excitante el atractivo femenino. El caso es que lee mucho y que tiene muy buena memoria: es capaz de recitar «sin omitir punto ni tilde» capítulos enteros delQuijote, uno de sus libros favoritos en la infancia, junto con laBiblia. Por contarlo se gana la crítica de don Marcelino Menéndez Pidal, que la califica de pedante en una carta a su amigo Juan Valera:

Doña Emilia Pardo Bazán ha publicado el primer tomo de una nueva novela que no he leído. Pero sí he leído unos apuntes autobiográficos con que la encabeza y que, a mi entender, rayan en los últimos términos de la pedantería. Dice, entre otras cosas, que cuando era niña la Biblia y Homero eran sus libros predilectos y los que nunca se le caían de las manos.2

También José M.ª de Pereda critica esosApuntes en una carta a Galdós. Tras hacer algún elogio de la novela, añade:

Lo que refuto por insoportable e indigerible es la autobiografía del principio: aquello [...] es de una cursilería semiestúpida que tira de espaldas.3

Doña Emilia debía de temer esas reacciones porque, antes de hablar de su vida, las primeras páginas las dedica a justificar el género de la autobiografía. Empieza diciendo que lo escribe a petición de sus editores, «los señores Cortezo y Compañía», y manifiesta su agrado por ese género literario: «Siempre me gradaron los escritos de carácter confidencial, en que un autor se revela y descubre, dando al público algo de su propia vida» (p. 5).

Es consciente de que en España es un género poco estimado por el público y poco practicado por los escritores, al contrario de lo que sucede en el extranjero:

En países extranjeros he notado cuánto aprecia el público este género, tenido en concepto de sabroso aperitivo y delicada golosina, estimadísima, de los refinados sibaritas del entendimiento. (pp. 5-6)

Pone el ejemplo de Francia, donde abundan todo género de memorias, autobiografías, correspondencias y diarios y se estudian numerosos detalles de la vida personal y familiar de novelista y poetas.

Con gran perspicacia considera que es un género que beneficia a la investigación futura:

¡Y qué de da