CAPÍTULO 1
La tía Gunvor la Gruñona — o de cómo comenzaron las peores vacaciones de la historia
GUNVOR,LA TÍA de William, no era precisamente de las que hacen tortitas. O dibujan. O te llevan de paseo y te preguntan el nombre de tus mejores amigos. O si te divierte jugar al fútbol y trepar a los árboles. No, de eso nada. A ella los niños no le hacían ni pizca de gracia; en realidad, William no estaba muy seguro de que alguien le hiciera gracia.
Y a William, ¿qué más le daba?, te preguntarás tal vez. Pues le daba. Porque resulta que la tía Gunvor era su única familia. Aparte de sus padres, claro.
Y es que, si tienes parientes a troche y moche —tías, tíos, abuelos, primos y primas—, una tía algo gruñona siempre es más llevadera, ¿no? Una. Pero cuando es la única que tienes, y de abuelos y esas cosas nada de nada..., si encima tu padre es médico y lo han destinado a Etiopía... y para colmo tu madre tiene que irse a hacer un curso de una semana entera... sí, una semana en-te-ri-ta, y para colmo en plenas vacaciones... y tu única familia es la tía Gunvor la Gruñona... Pues sí, entonces la cosa parece más peliaguda.
—Arreglado —había dicho su madre para animarle mientras colgaba el teléfono con una sonrisita bastante fastidiosa—. La tía puede cuidarte. Seguro que lo pasas fenomenal, ya verás.
Eso último, desde luego, no era verdad. Hasta su madre se daba cuenta. William había escuchado toda la conversación y no le quedaba duda de que si iba a pasar una semana entera en casa de la tía Gunvor no era porque a ella le apeteciese, que se diga.
De manera que allí estaba, a la puerta del extraño adosado de su tía, agarrado a su madre con una mano y con una mochila en la otra, preguntándose cómo era posible tener las manos tan llenas y sentirse tan vacío.
Su madre había llamado al timbre y ahora daba pataditas en el suelo, de pura impaciencia, mientras miraba el reloj.
—Ojalá que no se le haya olvidado —murmuró, mientras William, con los ojos cerrados, pensaba: «Ojalá que sí».
Pero no, claro; no se le había olvidado. Solo que tardó va