Si he de ser yo la heroína de mi propia vida, dice la madre de Sacha.
Y luego dice: Sacha, ¿de dóndees esta frase? ¿De qué libro?
Sacha desayuna en la sala mientras lee en su móvil. El televisor está encendido a un volumen mucho más alto del debido y su madre grita para hacerse oír.
No lo sé, dice Sacha.
Lo dice con un tono de voz normal, por lo que es muy probable que su madre no la haya oído. Tampoco es que eso cambie nada.
Heroína de mi propia vida, su madre recorre la sala de punta a punta, repitiéndolo una y otra vez. Heroína de mi propia vida y luego algo sobre un reemplazo. ¿De dónde es?
Como si importara.
Sacha niega con la cabeza sin negar lo suficiente para que se note.
Su madre no tiene ni idea.
Y un buen ejemplo es lo que ocurrió anoche con la cita que Sacha encontró en Internet para el trabajo sobre el perdón que Merchiston les había puesto para la clase de hoy. Para señalar que había pasado una semana desde el Brexit, les dijo que escribieran una redacción sobre el tema del«Perdón». Sacha desconfía profundamente del perdón. El acto de decirte perdono es como decireres menos que yo y te gano en superioridad moral.
Pero es el tipo de sinceridad que hace que Merchiston, a quien toda la clase sabe exactamente cómo responder para conseguir la nota deseada, te ponga un notable en lugar de un sobresaliente.
Por lo que anoche, porque tenía que entregar el trabajo hoy, Sacha consultó algunas citas en Internet.
Como dijo devotamente una escritora del siglo pasado,el perdón es la única forma de revertir el irreversible flujo de la historia.
Su madre había entrado en su cuarto sin llamar y leyó la pantalla por encima del hombro de Sacha.
Es buena esa cita, me gusta, dijo su madre.
A mí también, dijo Sacha.
¿Es devotamente la palabra correcta?, dijo su madre. Suena más filosófico que devoto. ¿Es un autor devoto? ¿Quién lo escribió?
Sí, es un escritor devoto, dijo Sacha aunque no tenía ni idea, no sabía de quién era la frase y había escrito la palaba devotamente porque le gustaba cómo sonaba. Pero ahora, con su madre ahí pegada agobiándola a preguntas, entró en Startpage y escribió las palabras irreversible, flujo, historia. Apareció la cita.
Suena a nombre europeo, dijo Sacha.
Ah. Es Arendt, Hannah Arendt, dijo su madre. Me gustaría leer lo que Arendt dice sobre el perdón, me gustaría