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Los orígenes
Ellobbyisraelí en Estados Unidos es solo la punta de un iceberg mucho más grande y antiguo conocido como «sionismo político», un movimiento internacional que comenzó a finales del sigloXIXcon el objetivo de crear un nuevo Estado judío en algún lugar del mundo. En 1897, este movimiento liderado porel periodista europeo Theodor Herzl[5]se fusionó en el Primer Congreso Sionista, celebrado en Basilea, del que surgió la Organización Sionista Mundial, que en su primer año representaba a ciento diecisiete grupos: un año después ya eran novecientos.[6]
Después de considerar lugares como Argentina, Uganda, la isla mediterránea de Chipre o Texas,[7]finalmente se decidieron por Palestina para construir su Estado judío, obviando que Palestina ya estaba habitada por una población que, en un 93-96 por ciento, no era judía. El análisis más fiable asegura que el 96 por ciento de la población se dividía entre musulmanes y cristianos,[8]que eranlos dueños del 99 por ciento de las tierras.[9]A raíz del Congreso Sionista, los rabinos de Viena enviaron a dos delegados a explorar Palestina como posible ubicación de su Estado. Estos rabinos reconocieron el obstáculo que los palestinos representaban para su plan. En una carta decían: «La novia es guapa, pero está casada con otro».[10]Aun así, los sionistas consiguieron abrirse camino finalmente. Numerosas cartas, entradas de diarios y otros documentos sionistas revelan que los rabinos decidieron presionar a estos no judíos económicamente, si era posible; y con violencia, si era necesario.[11]
El sionismo político en Estados Unidos
La importancia de Estados Unidos para este movimiento se reconoció desde el principio. Uno de los fundadores del sionismo político, Max Nordau, diría años después de la conferencia de Basilea: «La única esperanza para el sionismo son los judíos de América».[12]
Por aquel entonces, y en las décadas sucesivas, la gran mayoría de los judíos estadounidenses no eran sionistas. De hecho, muchosse oponían activamente al sionismo. En los años venideros, sinembargo, los sionistas se dedicaron a cortejarlos asiduamente con todos los medios a su alcance. Hasta qué punto se comprendió porfin la esperanza de Nordau lo demuestra esta declaración que Naomi Cohen, una eminente historiadora judía, formuló en el año 2003: «De no haber sido por la ayuda económica y la presión política de los judíos de Estados Unidos […] es posible que Israel no hubiera nacido en 1948».[13]A esto se puede añadir el éxito con que el sionismo ha conseguido influir en los políticos, los medios de comunicación y buena parte de la opinión pública en Estados Unidos.
Los defensores de la creación de un Estado judío empezaron a asomar la cabeza en Estados Unidos en la década de 1880.[14]Emma Lazarus, la poeta que adornó con sus palabras la Estatuade la Libertad, promocionó el sionismo a lo largo de toda esa década.[15]En 1891 se creó en Boston una bandera precursora de la actual enseña israelí.[16]
Dada la importancia de Palestina para el sionismo, en 1887 el presidente Grover Cleveland designó a un embajador judío como representante de Estados Unidos en Turquía (sede del Imperio otomano, que en ese momento controlaba Palestina). El historiador judío David G. Dalin señala que los presidentes pensaban que la Embajada turca era importante para «el creciente número de sionistas entre el electorado judío estadounidense».[17]
Todos los presidentes, tanto republicanos como demócratas, siguieron este precedente a lo largo de los treinta años posteriores. «En esa época, la Embajada de Turquía llegó a considerarse casi un dominio judío», afirma Dalin.[18]
En los primeros años de la década de 1890 existían organizaciones para la promoción del sionismo en Nueva York, Chicago, Baltimore, Milwaukee, Boston, Filadelfia y Cleveland.