: Jairo Eutimio Parra E
: El apocalipsis descifrado
: Editorial Bubok Publishing
: 9788468544564
: 1
: CHF 0.90
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: Religion: Allgemeines, Nachschlagewerke
: Spanish
: 225
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: ePUB
Satanás está suelto engañando naciones, los hombres inclinan sus cabezas ante sus computadores o sus IPad para rendirle adoración al Internet, están capturados por la red, adorando a la bestia y a su marca (www), que está en la mano derecha de muchos, y en sus frentes, y ellos aún no lo saben. Recuerdan sus páginas web y sus claves, y se olvidan de Dios, y su alma alejada de Dios morirá. Tres de los siete sellos ya han sido abiertos. Manhattan es la gran Babilonia que será destruida. El tiempo está cerca, conoce el significado oculto del Apocalipsis, y ayúdame a difundirlo; arrepiéntete de tus pecados y salva tu alma. Porque Jesús llegará de improviso, la guerra se aproxima y después vendrá el juicio final de Dios.

 

CAPÍTULO 11

 

1 Y me fue dada una caña semejante a una vara, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él.

 

Se le ordena metafóricamente que mida el altar y a los que adoran en él, para saber que tanto adoran a Dios.

 

2 Y echa fuera el patio que está fuera del templo, y no lo midas, porque es dado a los gentiles; y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

 

Cuando dice que tan solo mida el templo es porque el resto de la ciudad Jerusalén, estará dominado, pisado y profanado por 42 meses, que equivale a promediar el valor de cada mes en 30 días coincidiendo con los mil doscientos sesenta días, que se citan a continuación.

 

3 Y daré a mis dos testigos, y ellos profetizarán por mil doscientos sesenta días, vestidos de sacos.

 

Esto se sucederá antes del toque de la primera trompeta o la reanudación del tiempo con el estallido del súper volcán, la frase “vestidos de sacos”, nos da a entender que los dos testigos predicarán en diversos países, haciendo grandes señales fuera de Jerusalén, la cual estará invadida por el ejército del anticristo.

 

4 Estas son las dos olivas, y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra.

5 Y si alguno les quisiere dañar, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto.

6 Estos tienen potestad de cerrar el cielo, que no llueva en los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren.

 

Al profetizar los dos testigos, les harán ver a los hombres los pecados que lentamente fueron aceptados por la sociedad a través de los años, la hom