SOLO DIBUJAR
Entonces, ¿cómo iniciar este sendero del dibujo con atención plena? La verdad es que probablemente hayamos dado ya con él a través de los garabatos, pues en esta práctica tan fácil se contienen muchas de las verdades profundas de la atención plena y el dibujo.
Sin embargo, la palabra «garabatear» hace que todo suene un poco desechable, ¿no? Tal vez no te suene igual la expresión «solo garabatear» que «solo dibujar». A lo mejor te parece algo menos zen, un poco más mundano. Pero no subestimes el garabatear solo por el nombre. Vayamos, en cambio, al corazón del potencial del garabateo haciéndole la misma pregunta que le hacíamos al dibujo. ¿Qué sucede cuando garabateamos? ¿Qué está pasando? La respuesta es que garabatear es dibujar sin ningún objeto concreto en mente, sin objetivo, sin aspiraciones. Es una especie de producción de trazos completamente instintiva, y como tal tiene algunas ventajas singulares, y mucho que enseñarnos acerca de la atención plena.
EJERCICIO DE DIBUJO
GARABATEAR CON ATENCIÓN PLENA
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Probemos con un sencillo ejercicio de dibujo. Te sugiero que empieces a hacerlo durante unos cinco o diez minutos.
• Coge un papel de tamaño A4 y un lápiz o un rotulador. Siéntate cómodamente, sosteniendo el lápiz como harías de normal. Mantén la punta apoyada en el papel y cierra los ojos.
• Tómate unos momentos para centrarte en la sensación del lápiz entre los dedos. Esto es algo que hacemos casi todos los días: escribimos, apuntamos cosas, firmamos, pero muy rara vez prestamos atención a la sensación del lápiz entre los dedos.
• Prueba a ver si notas los diferentes lugares en los que el lápiz se apoya contra tu piel. ¿Descansa sobre un nudillo o sobre las almohadillas blandas de tus dedos? ¿Su superficie es áspera o suave? ¿Qué sensación te produce? Experimenta con el modo en que coges el lápiz. ¿Estás apretando, o lo sostienes de forma suelta y relajada? ¿Puedes aflojar o apretar el agarre para sentir que sigue bien apoyado pero aún