: María Eugenia Muñoz Ruiz
: El campamento
: Editorial Bubok Publishing
: 9788468507460
: 1
: CHF 2,30
:
: Erzählende Literatur
: Spanish
: 274
: kein Kopierschutz
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Los hermanos Austin, Gael y Farath se ven forzados por sus padres a participar en un campamento de verano y a competir en una carrera fuera de lo común. Al adentrarse en el reto, descubren los secretos que dicha carrera encierra, y los motivos de la insistencia de sus padres por participar. Durante su estancia en el campamento, alejados de las comodidades del área urbana, los tres hermanos conocen el valor de la verdadera amistad, el amor y el sentido de la vida. Campamento es un relato de aprendizaje y suspense que transporta al lector a lugares donde lo inimaginable cobra vida, donde lo que se ve no siempre es lo que parece, donde se rompe lo establecido. En definitiva, donde aprendemos a anteponer la virtud a nuestras pesadillas y, en consecuencia, a disfrutar en plenitud de la vida.

 

 

Capítulo 1

Viaje al campamento

 

 

 

 

Aquella mañana había gran alboroto en la casa de los Roosevelt. La señora subió presurosa las escaleras gritando con gran emoción y alegría incontenida.

—¡Arriba, jovencitos! ¡Se hace tarde y no quiero que nos perdamos las grandiosas vacaciones de verano! ¡Vamos, levántense ya! Arreglen sus cosas. El sol no tarda en darnos su esplendor y tenemos que tomar ventaja o llegaremos muy tarde al campamento. ¡No se vayan a quedar dormidos otra vez o los dejaremos aquí en casa! ¡Vamos; arriba corazones! —terminó diciendo la madre de los muchachos mientras se movía presurosa por la habitación, sacando las chamarras de los armarios, y les quitaba a sus hijos los cobertores de encima.

Inmediatamente después la señora Roosevelt salió de la habitación en la misma forma que había entrado dejando en el ambiente una sensación de misterio y duda entremezclada con la ternura y autoridad que solo una madre puede brindar.

Los jóvenes Gael y Farath abrieron los ojos soñolientos y empezaron a desperezarse murmurando y desaprobando que fuera tan temprano la salida al campamento. Solo Austin, el menor de los tres, se levantó como un resorte y aplaudiendo con sus manos después de un repentino brinco, salió de su cama y empezó a vestirse con gran rapidez. Tenía en su memoria un sinfín de proyectos por realizar. Algunos de ellos los había comentado con sus hermanos la noche anterior, como pescar en el lago, cazar ardillas, coleccionar insectos y hojas de diferentes clases, hasta que finalmente el sueño había terminado por vencerlo.

La relación afectiva de los tres hermanos Roosevelt era buena, pero siempre que discutían algo eran dos contra uno, o uno contra dos; dependiendo del asunto que se tratara en cada situación y tratando de levantarse temprano, Austin tenía las de ganar, pues al contrario de sus dos hermanos no tenía problemas para eso. Antes bien, tendría que aguantar el mal carácter de sus hermanos que, malhumorados por levantarse temprano, le llamaron la atención diciéndole que con toda seguridad sus padres terminarían por ponerlos de nana por ser el menor de los tres. Que no pensaban perder el tiempo cuidándolo a él, y que más le valía que no se metiera en problemas. Se lo decían con el único afán de fastidiarlo y molestarle al hacerle sentir que, como sus hermanos mayores, tenían toda autoridad sobre él. Aunque la diferencia en edad era poca, ya que se llevaban dos años de diferencia cada uno.

—¡Oh, déjenme en paz! Y bajen ya o mamá se enfadará con todo